1535-1536 EN EL VALLE.- Cuando el sol se oculta arrecia el aire frío. Cae la sombra. Alabardas, arcabuces, picas y lanzas. Ruido metálico. España en medio de la noche y de las piedras.
La noche vibra y asusta. Las vizcachas, los grandes ratones arrieros, las chinchillas y los ocuros jilgueros del altiplano, que callan de día y silborean de noche. El tamboreo de los guanacos sobre la llanura tensa.
Se eleva la ruta hasta 3.500 metros. Planicies inclementes, sin una gota de agua, sin un follaje amigo. Amanece. Y luego un sol vertical que sofoca los peñascos. Ha huido la indicada ante la gran catástrofe de aquellos hombres blancos que mandan el rayo y el trueno con sus palos embrujados.
Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
