Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
EL TORREON DE PARRASIA.- El segundo patio, el llamado de armas, está encuadrado en corredores monacales, austeros, con pavimento de ladrillos y pilares de canelo.
Centenarios anillamientos de jazmines; rosales envejecidos, deformados; adelfas y cipreses. Sombras profundas. Y frente a los siglos idos, se superpone una estrofa antigua, ancha y triste: «En la vieja cuadra, cuatro bueyes lentos -los dormidos ojos por el heno giran- y en una solana azules pensamientos, al sol de abril por agua parece que deliran».