Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
LAS CARRERAS A LA CHILENA.- Otro divertimiento eran las riñas de gallos, con las que los pobres ilusionaban sus penurias. «El gallo -dice José M. Valega- representaba una esperanza, una posibilidad económica para el mestizo. La familia podía pasar hambre, el gallo nunca. Si se ganaba la apuesta, el gallo alimentaba a su dueño proporcionándole una fiesta hogareña».
Las apuestas era a peso y a tanteo, o sea concertadas de antemano con los dueños o las que surgían en el reñidero mismo, a la vista de las aves contrincantes.