Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
DISTINTOS CAMINOS ENTRE O’HIGGINS Y CARRERA.– Así pues, mientras O’Higgins se defendía valerosa y desesperadamente en Rancagua, Carrera ordenaba a todos los comandantes de milicias que se encontraban en Aconcagua, rumbo a Putaendo, para desde allí seguir por caminos montañosos hacia La Serena. Envió también a Vera y Pintado con misión secreta a Buenos Aires en demanda de socorro.
A las 8 de la mañana del 3 de octubre llegaba O’Higgins a Santiago con 200 jinetes, salvados del deastre.
El mismo 3 de octubre estaban en Los Andes y San Felipe restos de las milicias aconcaguinas, sembrando terror y de duelo la comarca. Eran contadas las familias que no tuviesen deudos en el ejército, que no hubieran cooperado activa y fervorosamente en la causa patriótica.