Tomado del libro de Bernardo Cruz A. (Libre adaptación)
CONFLICTO ENTRE CARRERA Y LAS HERAS.– Carrera permaneció como aturdido en la Plaza de Los Andes, más bien desconcertado. Nervioso, ofuscado, deprimido no atinó más que a oficiar a Buenos Aires solicitando socorros.
«Mil hombres resueltos (escribe Carrera) nos hemos reunido sobre Los Andes y, aunque el armamento está en muy mal estado, nos haremos fuertes y nos sostendremos hasta saber las determinaciones de V.E. sin cuya generosa protección confesamos penosamente es imposible cualquier empresa de avanzar. Abranse, Excmo. señor, las puertas de la fábrica de Buenos Aires y de Córdoba. Monten las cordilleras los hijos del Río de la Plata».