En 2009 se publica la Ley N° 20.363, que establece como Día Nacional del Minero el 10 de agosto de cada año, fecha que recuerda la celebración de San Lorenzo, sacerdote español que vivió en Roma durante el siglo III d. de C. y que dedicó su vida religiosa a la administración de los bienes de la Iglesia, quien es considerado el patrono de la minería.
Para comprender la elección de este día debemos remitirnos a la historia de Lorenzo, que fue mandado a apresar por el emperador Valeriano, quien le exigió la entrega de todos los tesoros de la Iglesia. Pese a correr peligro, el diácono le pidió tres días a la autoridad para reunirlos.
Lorenzo enterró los metales preciosos y demás objetos de la Iglesia, y reunió a los pobres, ancianos y enfermos y los presentó ante Valeriano como el verdadero tesoro de la Iglesia, quien lo castigó condenándolo a morir en una parrilla ardiente, el 10 de agosto. A pesar de la sentencia, San Lorenzo nunca reveló el lugar donde había escondido el tesoro.