Hoy 28 de julio se conmemora el tercer aniversario del fallecimiento del recordado hombre de las comunicaciones de Los Andes y Andino Destacado, Gabriel Maximiliano Gálvez Valenzuela, el querido “Gabito”, quien dejó existir a la edad de 60 años la tarde del último domingo de julio de 2013 en su casa de calle Rancagua, producto de una delicada enfermedad.
Fue el segundo de los hijos del matrimonio conformado por Andrés Gálvez Peñuelas (español) y Elba Valenzuela (chilena). A su partida, dejó a su esposa Salomé Guerrero (fallecida el 2015), sus hijos Rodrigo, Juan y José Miguel.
En esta fecha, viene el recuerdo de todo lo que entregó a la comunidad andina y dejó Gabriel Gálvez, como su amistad, cercanía, simpatía y sus despachos noticiosos a través del móvil de prensa, entre muchas otras cualidades como persona y comunicador.
Estudió en el Liceo Maximialiano Salas, fue animador del Show 007, trabajó en la División Andina de Codelco, fue locutor de Radio Trasandina AM, fue uno de los fundadores de Radio Superandina FM, en donde condujo programas, se desempeñó en deportes y particularmente en el Departamento de Prensa. Asimismo, formó parte del Canal 2 Valle Televisión, en donde también fue parte del Departamento de Prensa y condujo el programa “Nuestra Gente” sobre personajes de las provincias de Los Andes y San Felipe.
Tras retirarse de la radio y canal de televisión, junto a sus hijos estuvo en comunicaciones del Sindicato Unificado de Trabajadores (SUT) de Codelco División Andina.
En su trayectoria recibió innumerables reconocimientos por su labor, entrega de las noticias y difusión de las inquietudes de la comunidad, como el de Andino Destacado conferido por la Municipalidad de Los Andes, el premio a Periodista Regional de la Intendencia de Valparaíso, estímulos de Bomberos, la Policía de Investigaciones, Coaniquem, de Codelco División Andina y del Holding Salto del Soldado en la celebración de los 25 años de Radio Superandina.
Gabriel Gálvez Valenzuela fue despedido el martes 30 de julio con profundas muestras de recogimiento, respeto, aprecio, emotivas palabras y sobrecogedores homenajes, durante una misa que se ofició en la Parroquia Santo Cristo de la Salud de los Padres Pasionistas y durante el trayecto del cortejo por las calles de Los Andes hacia el Cementerio Parroquial, en donde fue sepultado en el mausoleo de la Beneficencia Española.