Por: Dra. Francisca Ugarte Palacios, endocrinóloga, directora Médica Clínica Universidad de los Andes
El Proyecto de Ley que Reconoce y da Protección al Derecho a la Identidad de Género, ha olvidado las observaciones médicas que se realizaron y que permitirían evitar graves consecuencias futuras, especialmente en menores de 18 años.
El proyecto desconoce la evidencia médica que señala que la identidad de género es un proceso que se inicia a los 2 años y culmina al término de la pubertad, y que 80-90% de quienes tienen algún grado de disforia de género durante la niñez (es decir, que no están conformes con su sexo biológico), durante la pubertad consolidan una identidad de género totalmente acorde a su sexo biológico. ¿Cómo podrían un niño y sus padres saber si el menor estará dentro de esta inmensa mayoría que termina revirtiendo la disforia de género?
El proyecto tampoco considera que la decisión que los padres tomen, animados por las mejores intenciones, tendrá un gran impacto en las vidas futuras de sus hijos(as), obligándolos(as) a tratamientos médicos de por vida y a cirugías mayores irreversibles. No parece razonable que niños que legalmente no son competentes ni responsables de sus actos, puedan tomar decisiones de esta magnitud sin un conocimiento y comprensión acabada de lo que esto implica.
Finalmente, el proyecto de ley no contempla el estudio médico multidisciplinario necesario para diferenciar entre la condición de transgénero y una serie de patologías, como trastornos de la diferenciación sexual -alteraciones en los genitales externos secundarias a alteraciones cromosómicas, genéticas u hormonales durante la vida fetal-, enfermedades endocrinológicas o psiquiátricas, entre otras, todas las cuales exigirían un adecuado diagnóstico y tratamiento. ¿Qué pasará si hay una de estas enfermedades y ya se hizo el cambio de sexo registral?
La incidencia de casos de transgénero en Chile y el mundo es menor a uno cada 360.000 menores de 15 años. Las sociedades científicas nacionales e internacionales han dado pautas para el correcto estudio y manejo de estos pacientes: todas aconsejan la reasignación de sexo registral y las cirugías irreversibles después de cumplidos los 18 años, y muchas exigen un consentimiento informado, que señala en forma explícita que el paciente conoce, comprende y acepta las consecuencias de su decisión. ¿Por qué en Chile no se hacen las cosas bien?