Por: Yasna Muñoz Carvajal, académica Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello
El agua constituye el principal componente del cuerpo humano y es un elemento primordial a la hora de hidratarse correctamente, especialmente en medio de temperaturas que sobrepasan los 30 grados.
El agua es esencial para los procesos fisiológicos de la digestión, absorción y eliminación de desechos metabólicos no digeribles, también para la estructura y función del aparato circulatorio. Actúa como medio de transporte de nutrientes y todas las sustancias corporales, y tiene acción directa en el mantenimiento de la temperatura corporal mediante la evaporación de agua a través de la piel.
Cuando no se ingiere la suficiente cantidad de agua, el organismo responde disminuyendo parte de la eliminación renal, conduciendo a una orina más concentrada. La deshidratación, a partir de un 2% del peso corporal, no sólo produce sed y una disminución del rendimiento deportivo, sino que también afecta al rendimiento intelectual (memoria a corto plazo, atención, fatiga, facultades aritméticas, rapidez psicomotriz, rapidez de decisiones perceptivas, etc.).
La deficiencia de agua, además, puede empeorar el proceso digestivo, aumentar la probabilidad de tener infecciones, constipación y reacciones alérgicas, provocar dolor de espalda, cabeza y articulaciones.
En las Guías Alimentarias de Chile -actualizadas en 2013 por el Ministerio de Salud- se menciona ingerir entre 6 a 8 vasos al día de agua (2 litros/d) para mantenerse hidratado.