Por: Jorge A. Walters A.
Es muy cierto que, cualquier mejora, rectificación, o cambio menor y/o estructural que quisiéramos efectuar, sobre lo que sea, en gran medida depende del DIAGNÓSTICO previo, de su certeza y de la voluntad política de hacerlo.- Para llegar a esta instancia, resulta fundamental el conocimiento y claridad sobre dicha materia, los objetivos reales que se persiguen, su factibilidad, así como, la sabiduría, la inteligencia, la lógica coherente, para medir, planificar, cuantificar su costo, su financiamiento, su rentabilidad y sus eventuales consecuencias; todo esto, sólo se logra, al cabo de muchos años de estudio, de una práctica racional y continua de sus experimentados, idóneos y capaces profesionales ejecutores, insertos en el maravilloso Arte de pensar, de reflexionar, de la ciencia y de la tecnología, para finalmente alcanzar la siempre anhelada “VERDAD” y el éxito.-
En la hora presente, nos encontramos frente a una realidad aberrante, macabra, e indesmentible que, nos señala que, el sistema socio-económico vigente, tal cual está, ya cumplió su rol y llegó a su fin, al desarmonizarse, debido a que perdió el compás, o “RITMO” (Principio Hermético), trasgrediendo una más de las Leyes Cósmicas que, dicen relación con el inevitable cambio evolutivo y permanente, a pesar de quienes, en forma dogmática y obstinada se niegan a aceptarlo, e insisten en que, con una leve adaptación, y/o un leve maquillaje menor, podría prolongarse su vigencia.-
Tomando en consideración de que, nadie está ajeno, ni puede considerarse al margen, ni por sobre “El TODO”, ni de las Leyes, resulta inevitable que, aquello que afecte a quien sea, de alguna manera y en alguna proporción, queramos o no, siempre nos afectará a todos.-
Hoy, es evidente de que, la humanidad en su funcionamiento existencial, por decisión del Poder Económico, en manos de las más altas jerarquías del “Nuevo Orden Mundial”, (integrado por los hombres más ricos de la tierra) con algún propósito que, desconocemos, aunque imaginamos, ha sido puesta virtualmente en “modo”: “Destrucción, Aniquilamiento y Extinción” de la raza humana, que, a juicio de algunos(as) líderes mundiales, actualmente sería excesiva y requeriría de una urgente y drástica reducción.-
Lo que, al parecer no habría sido previsto, por ellos, ni tomado en consideración es que, en ciertas situaciones impensadas como la Pandemia, del COVID-19 y la llegada del “Estallido Social”, surgidos casi simultáneamente en Octubre pasado en todo el mundo, en razón de la jibarización previa del tamaño y Poder fiscalizador de los ESTADOS, lograda en forma muy ingeniosa y convincente, como también, de la falta de musculatura de éste, para cautelar y exigir el cumplimiento de sus reglas; otrora, de gran utilidad para sus propósitos de llegar eventualmente a incentivar, o corromper funcionarios vinculados a los tres Poderes del Estado, y de manejarlos a su antojo, ahora, pese al esfuerzo de los Gobiernos de turno, debido a su urgencia, ha sido necesario que éstos adopten medidas muchas veces opuestas o contrarias a la filosofía economicista propias de quienes se rigen por el actual sistema.-
La humanidad, sin duda, cambió tan profundamente, como cuando, se tuvo la evidencia científica de que, la tierra no era plana, sino redonda, o más bien “esférica” y finalmente esta certeza fue generalmente aceptada.- Hoy para lograr un “Nuevo Pacto Social”, como mayoritariamente todos(as) queremos, será necesario que, tengamos la flexibilidad, la generosidad y la voluntad de aceptar que, todo esto es así y que, evidentemente, es imposible que haya “marcha atrás” lo que, por cierto no significa que nos iremos al extremo opuesto de todo lo actual, es decir hacia un totalitarismo, sino que, es perentorio que, comprendamos que, estamos obligados a formular un sistema mixto, capaz de conciliar todo lo que, aparente pareciera ser contradictorio y en su reemplazo, amalgamar lo que, apunte hacia la excelencia en aquello que, amerite ser cambiado, rectificado, u optimizado.-
Es un hecho indesmentible que, debemos esforzarnos mucho más, en aprender, comprender y descifrar correctamente, aquello que, a través de nuestros sentidos y nuestra intuición, nos quiere señalar y comunicar la Madre Naturaleza.- Algo hemos avanzado cuando, positivamente aprendimos a discernir que, siempre será preferible ver “el vaso medio lleno” en vez de verlo “Medio vacío”, o que, siempre será mejor un mal acuerdo que un buen juicio y ahora estamos en camino de convencernos de que, toda aparente “dificultad”, debemos analizarla como una clara y gran “oportunidad”.-
Bajo ésta lógica, es muy posible que, comprendamos que, el ser humano, para no afectar su dignidad, es y siempre debiera ser, el principal sujeto y objeto de nuestro hacer y que, el capital económico, junto al ser humano, constituyen dos remos de igual dimensión para que, la embarcación, jamás se desvíe de su recto y ético direccionar.-
La Pandemia del COVID-19 que, nos afecta y cuya fecha de término aún desconocemos, nos ha permitido aclarar y visualizar a un ser humano, que, en medida importante, carece de los medios para alimentarse, gozar de Salud, tener una vivienda digna y segura, arrendada, o propia, contar con movilización pública, o particular para sus labores, disponer de una EDUCACIÓN de excelencia, pública, o privada para sus hijos que, de verdad pueda solventarla, como también de un Sistema Previsional capaz de garantizar un buen pasar a quienes se acogen a un merecido retiro.-.- El ser humano pareciera ser por ende, el factor más importante en la sociedad productiva, ya que, es fundamental en la cadena de la manufactura manual, e industrial y en el manejo de la maquinaria para tal propósito, como también en la totalidad de las actividades profesionales y técnicas de cualquier tipo, sea ésta intelectual, o física.- Además, a través del dinero que cada cual percibe como salario, (generalmente insuficiente), es en su calidad de consumidor, el factor más importante en la demanda que, es determinante en el crecimiento de la producción de bienes de consumo y servicios que, a su vez son vectores del desarrollo industrial, minero agrícola, acuífero y de todas y cada una de las demás actividades.- En consecuencia, el desarrollo y el real crecimiento de un país, depende principalmente de que, la distribución de la riqueza sea la más justa y precisa, para que, no se produzca inequidad, desproporción aberrante en las rentas, ni condiciones que, privilegien a algunos, en desmedro de muchos, como tampoco sean abusivos para la gran mayoría y generen, e incentiven la práctica de la corrupción, y/o de la delincuencia.-
Finalmente, desvirtuando la cantinela de que, es el CAPITAL exclusivamente el que, generosamente nos proporciona puestos de trabajo de calidad, debiendo rendírsele pleitesía, podemos afirmar con orgullo que, con otra óptica, podría ser la FUERZA de TRABAJO, la que permite poner en actividad al CAPITAL cesante, inactivo, o resguardado en forma egoísta en Paraísos Fiscales.-
Si Ud concuerda con lo señalado, Decrete con fuerza y convicción:
¡¡¡ QUE ASÍ SEA !!!