Señor Director,
Si bien nuestro país necesita con urgencia una nueva ley migratoria, también requiere educarse para generar un cambio de mentalidad que le permita llegar a ser una sociedad más inclusiva, plural y hospitalaria. Objetivo difícil de alcanzar si quien fue la máxima autoridad de Chile y hoy pretende gobernar el país por segunda vez, Sebastian Piñera, descalifica a medio millón de inmigrantes. Me permito ofrecer algunos datos que pueden cambiar esta mirada. Según el Departamento de Extranjería y Migraciones, el promedio de escolaridad de los inmigrantes (13.5%) es mayor al promedio de escolaridad de los chilenos que es de 10.5%, es decir, mano de obra calificada que ayuda al desarrollo de nuestra nación. Lo segundo es que las personas que migran lo hacen en edad laboral productivo, por lo mismo no son una carga para el Estado. Por el contrario, se estima que sin el aporte pensional de los inmigrantes, al 2020 nuestro país no tendría como soportar el cuestionado sistema de pensiones. Sumado a lo anterior, hay que decir que muchos académicos han peruanizado la inmigración a Chile. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que sería lamentable, promover sólo una multiculturalidad eurocéntrica y dejar de nutrirnos de un bello arcoíris cultural que puede hacer de Chile un país más culto, hospitalario y entretenido. Bajo este contexto, Chile, no podrá posicionarse como un país receptor y continuará siendo sólo de tránsito, pues para serlo requiere de políticas claras y reconocerse como una sociedad abierta que les permita a los inmigrantes pensar que aquí encontrarán condiciones de vida dignas y que a fin de cuentas es lo que todos buscan
Dr. Luis Horacio Franco Gaviria
Experto en migraciones internacionales
Universidad Andrés Bello