Tras incidente del pasado 23 de enero.
Informe del Centro de Ciencias Ambientales EULA de la Universidad de Concepción señala que, tras los trabajos de limpieza en la zona industrial de Andina, no existe presencia de material en las riberas y fondo del río. Asimismo, informes de laboratorios externos indican que tras 10 días de análisis constantes, las aguas del Blanco y del Aconcagua mantuvieron sus parámetros históricos de calidad.
Tras el incidente de derrame registrado en enero en el área industrial de la División Andina de Codelco, la empresa realizó la limpieza detallada del río y encargó al Centro de Ciencias Ambientales EULA de la Universidad de Concepción certificar la efectividad de las labores de limpieza desarrolladas en las zonas afectadas. Adicionalmente, laboratorios externos independientes tomaron muestras de la calidad del agua de los ríos Blanco y Aconcagua, para identificar si hubo alguna variación producto del incidente.
EFECTIVA LIMPIEZA Y RETIRO DE RELAVE
El mismo día del incidente Andina comenzó un programa de limpieza del río, el que se extendió hasta el 30 de enero, abarcando 10 kilómetros principalmente dentro del área industrial de la División y logrando recuperar 167,6 m3 del relave seco derramado. En su informe final, el Centro de Ciencias Ambientales EULA, señala que “se constató que en todas las estaciones de muestreo del río Blanco y Río Aconcagua no existen depósitos de relave en los fondos y riberas”.
Lo anterior también fue corroborado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en su última inspección en terreno el 29 de enero, concluyendo que “las medidas de limpieza permitieron retirar en forma oportuna la porción de relave en el cauce del río Blanco”. En el acta respectiva agrega que “se ejecutaron las acciones necesarias para evitar una posible afectación a los recursos naturales de suelo, agua, flora y fauna silvestre”.
CALIDAD DEL AGUA EN RÍOS BLANCO Y ACONCAGUA MANTUVO SUS NIVELES HISTÓRICOS
También desde el mismo día del incidente División Andina inició un programa de monitoreo a la calidad de las aguas de los ríos Blanco y Aconcagua, durante 10 días corridos posteriores al evento. Para esta labor se contrató al laboratorio externo certificado ANAM, quienes realizaron los muestreos tanto en el río Blanco como Aconcagua y los analizaron según metodologías definidas internacionalmente. Los resultados señalan que los parámetros de calidad del agua se mantuvieron en los rangos históricos y de acuerdo a la norma de referencia para agua potable.
Jorge Sanhueza, Gerente de Sustentabilidad y Asuntos Externos de División Andina, agregó que, adicionalmente a estos estudios, “nos corresponde monitorear las condiciones en el largo plazo, tanto de la calidad del agua como el estado ecológico del ecosistema fluvial de la cuenca del río Aconcagua en la zona alta. Para ello la División encargó un estudio al mismo Centro de Ciencias Ambientales EULA de la U. de Concepción”. Este considera inspecciones y muestreos a lo largo de seis meses, en diez puntos de los ríos Blanco y Aconcagua. La primera etapa ya se realizó los días 24 y 30 de enero. Sus resultados señalan que “todos los parámetros de calidad de agua cumplieron los requisitos para riego y conservación de vida acuática. No se observó mortalidad de peces, de macroinvertebrados ni de plantas ribereñas en ninguno de los puntos inspeccionados”.