Una mujer y trece hombres son los nuevos estudiantes que la Universidad de Playa Ancha tiene en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes. Los privados de libertad se encuentran cursando primer año de técnico en administración logística, carrera que se comenzó a impartir en marzo de este año en la unidad penal del Aconcagua.
Las clases se realizan de lunes a viernes, de 16:00 a 19.00 horas, y es la única que es impartida por una casa de estudios del consejo de rectores en una unidad de Gendarmería en el país.
El martes se realizó la ceremonia de inauguración del año académico en el patio Sor Teresa del CCP andino. En la oportunidad los alumnos, acompañados de familiares, fueron invitados a continuar esforzándose por un mejor futuro. La actividad contó con la presencia del vicerrector de la UPLA campus San Felipe, Patricio Ibáñez León, y el jefe del CCP de Los Andes, comandante Danilo Millón Gallardo.
El alcaide de la unidad destacó el compromiso demostrado por cada uno de los estudiantes.
“Los alumnos han tenido un comportamiento ejemplar. Es una sala de clases envidiable, basta con ver como se han cuidado las dependencias de la sala de clases. Esto habla del interés que la población penal y los alumnos tienen en esta iniciativa”.
“Es una alianza que marca precedentes y creo que es un ejemplo para el resto de las instituciones educativas y el empresariado que también tienen que creer un poco en las personas que tenemos a nuestro cargo y en la función que cumplimos como organismo”. Por su parte el vicerrector de la casa de estudios afirmó que esta iniciativa busca cumplir con el rol social de la Universidad.
“Estamos muy contentos porque esto tiene directa relación con el sello social que tenemos como Universidad. Lo que va a permitir que estas personas se puedan reinsertar nuevamente en la sociedad es que tengan las habilidades para salir a ser un aporte para la sociedad y, sin lugar a dudas, el tener un título técnico de nivel superior los va a habilitar para volver y tener una vida mejor”.
Zulema Malbrand es la única mujer del curso y la presidenta del mismo. Ella reconoce que existe “un poco de miedo porque estuve mucho tiempo sin estudiar, pero nos ayudamos unos a otros y salimos adelante. Nos gusta porque igual nos apoyamos y los chiquillos siempre están atentos”.
Las esperanzas de un cambio positivo fueron confirmadas por el interno Carlos Lara, quien afirma que “nos están entregando herramientas. Los 14 que estamos acá hemos tomado esa opción: una nueva oportunidad en nuestras vidas. Estamos motivados y esperamos que el día de mañana una nueva entrevista sea con nuestro título”.
Esta iniciativa comenzó hace tres años en el Complejo Penitenciario de Valparaíso, donde, en la actualidad, 58 privados de libertad están estudiando la carrera técnica. Algunos de los internos se encuentran en el último año y están realizando sus prácticas profesionales.
