Por: Fernando Torres, Toxicólogo Director Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello
Un nuevo episodio de intoxicación afectó a la zona de Quintero y Puchuncaví. Nuevamente se decretó la Alerta Amarilla y la suspensión de clases, y otra vez un centenar de personas ingresaron a servicios de urgencia con signos de intoxicación.
¿Puede seguir esperando esta comunidad? Tajantemente, no. La autoridad regional explicó que este nuevo episodio de contaminación no fue detectado por los equipos de monitoreo, algo está fallando.
Tenemos datos que indican que la zona de Puchuncaví, Quintero y Ventanas es altamente contaminada por el cordón industrial, empresas siderúrgicas, refinería de petróleo y otras que sabemos que emiten contaminantes. Hace algunos años, se denunció la presencia de metales pesados, los que generan problemas cognitivos, conductuales, son tóxicos que afectan el sistema nervioso.
Hoy, la población de Quintero no puede seguir esperando. Se requiere con urgencia un monitoreo más riguroso en el aire, suelo y agua; se deben implementar normas más estrictas que controlen los indicadores ambientales; y hacer un férreo seguimiento médico de las personas, porque hoy pueden sufrir eventos agudos, pero a largo plazo podrían presentar enfermedades crónicas.