Señor Director:
«La intención de esta misiva es expresar mi dolorosa sorpresa por la inesperada partida del prestigioso y sencillo colaborador de vuestro diario, don Jorge Walters Allende, quien durante años se asignó la tarea de informar en un lenguaje cercano y coloquial, a sus agradecidos lectores, sobre los acontecimientos locales, nacionales e internacionales del momento. Así me lo manifestó en una de las pocas conversaciones que tuvimos en mi fugaz retorno a Los Andes, el 2015, donde pude palpar su vocación docente como rol social. Le conocí, siendo ambos, padres de alumnos de la ayer Escuela Pública América N°1, hoy convertida en Liceo. En esta hora, lamento no haber podido desarrollar una amistad mayor con él. Desde lejos, si, aprecié una carrera ascendente en su inserción social en diversos organismos, destacando en ese plano su relevante papel en la Institución Masónica, llevando a la práctica la tolerancia y fraternidad, principios humanistas que distinguen a la prestigiosa Orden. Todos sus escritos finalizaban con ese noble deseo de entendimiento y solidaridad entre los hombres, expresado en un «Que así sea».
Harás falta, respetado Jorge, en todos los lugares en que te desplazaste.
Adiós señor del periodismo!
