La joven habría tenido contacto con el veneno del anfibio el domingo.
Una joven de 28 años, identificada como Francisca Meneses Díaz, domiciliada en la comuna de Llay Llay, murió pasadas las 21:30 horas del lunes luego de intoxicarse con el veneno de una peligrosa rana amazónica llamada Kambó, que le fue aplicado cutáneamente como parte de un ritual de sanación al que estuvo expuesta durante el día domingo.
La mujer luego de las aplicaciones del veneno empezó a experimentar problemas de salud evidenciando signos de envenenamiento que la llevaron a buscar ayuda médica y de ahí tuvo que ser internada de inmediato en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital San Camilo de San Felipe, donde perdió la vida.
El fallecimiento de la joven fue confirmado por el seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, quien señaló que «hemos recibido el aviso del Hospital San Camilo de San Felipe, a la unidad de Epidemiología de la Seremi de Salud, de la muerte de una paciente por intoxicación asociada al veneno de una rana que se llama Kambó».
«Esta sustancia es utilizada como medicina alternativa para distintos fines la cual puede producir distintos efectos tóxicos debido a la presencia de principios activos alcaloides, las cuales van desde náuseas y vómitos hasta obstrucción respiratoria lo que incluso puede causar la muerte».
Se instruyó a la Brigada de homicidios de la PDI de Los Andes para que realice la investigación del caso, principalmente para saber de dónde salió el veneno de este anfibio que habita principalmente en países amazónicos y cuyo ingreso a territorio nacional está prohibido.
Los restos de la joven fueron enviados al Servicio Médico Legal de San Felipe, y posteriormente su cuerpo será entregado a sus familiares para el velorio que se realizará en la comuna de Llay Llay.
BRIGADA DE HOMICIDIOS PDI LOS ANDES
Al respecto el subprefecto jefe de la BH, Gino Gutiérrez, explicó que el tratamiento cutáneo con el veneno de la rana amazónica se lo había realizado el domingo en la misma comuna de Llay Llay.
Oficiales de la PDI localizaron a las personas que la habían acompañado a un lugar donde la víctima fue sometida al procedimiento por dos personas que se dedican a este tipo de sanaciones que prometen la mejoría psíquica, física y emocional a través de la toxina del anfibio.
“CHAMANES” CHILENOS
Los dos sujetos conocidos como “chamanes”, sindicados como los responsables de haber realizado la “sanación” a la joven Francisca Meneses son chilenos, los que fueron interrogados por la PDI quedando apercibidos.
Gutiérrez dijo que tendrán que investigar si la víctima tenía algún tipo de enfermedades base que pudieron haber provocado una descompensación, o indagar qué otro tipo de variables provocaron el deceso de la joven.
MEDICO LEGAL
Para determinar el grado de responsabilidad de los chamanes y el tipo de delito que se les imputaría, Gutiérrez manifestó que es fundamental el resultado de la autopsia del SML que determinará la causa precisa que provocó el deceso, y en base a ese resultado se configuraría la probable figura penal.
INGRESO ILEGAL
Por último se indicó que también la PDI está abocada a establecer cómo el veneno de la rana Kambó ingresó a nuestro país.
En ese contexto el primer delito que se le podría imputar a los sujetos que aplicaron la toxina a la víctima sería el ingreso ilegal del veneno de la rana Kambó a nuestro país.
Se ha establecido que el veneno se ingresa como una especie de baba seca lo que permite ser introducida de contrabando sin ser detectada en los controles aduaneros. Su internación es ilegal porque no está permitido traerla al país.
FISCALIA SAN FELIPE
Los antecedentes del caso fueron puestos a disposición del Ministerio Público de San Felipe que deberá instruir las diligencias a la PDI para determinar las responsabildiades.
NO SERÍA EL PRIMER CASO
En Chile no sería la primera muerte que se produce a consecuencia de la aplicación de esta toxina.
Los medios chilenos reportaron en 2009 la «misteriosa» muerte de Daniel Lara Aguilar, un conductor de 55 años de Pichidegua, una comuna de la provincia de Cachapoal, en la Región de O’Higgins.
El hombre, quien sufría una discopatía crónica, había asistido a «un ritual de sanación masivo». Falleció minutos después de que le aplicaran el veneno.
La autopsia calificó como «indeterminada en estudio» la causa de muerte.