La Buena Noticia y la Misericordia…aquí y ahora

La Buena Noticia y la Misericordia…aquí y ahora

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Por: Estanislao Muñoz.

La Buena Noticia y la Misericordia…aquí y ahora

El texto de Isaías dice:” El espíritu del Señor está sobre mí y me ha ungido, para que proclame la Buena Noticia a los pobres, me ha enviado a anunciar la libertad a los presos, y la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor”. Jesús cerró el texto, lo entregó al ayudante en la sinagoga y dijo: “Hoy en presencia de Uds. se ha cumplido este pasaje de la Escritura”. Lucas 4,16-21

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Al hueso y a la papa, como dice el dicho popular, sin darse muchos vueltas y rodeos, sin palabras complicadas para que entiendan solo algunos, algo simple y aterrizado, que lo entiende todo el mundo, hasta el más simple. “Esto se cumple hoy y aquí”. Esa es la Buena Noticia, eso es la llegada del Reino de Dios. Jesús usa, por supuesto, imágenes muy de su época, de su entorno, de su medio, por ello todos lo entendían. Curar a los enfermos, que necesidad tan grande en esos tiempos, pensar que esa necesidad la tenemos hoy, pese a todos los avances de la ciencia. Dar vista a los ciegos y mas allá de la visión física, saber ver, saber ver lo que es bueno para el otro y para mi, tener una mirada distinta sobre las realidades que suceden a nuestro alrededor. Terminar con esa mirada egoísta, individualista, primero yo, segundo yo y después de eso: yo. De ahí surgirá el término “Hombre Nuevo”, será el que sabrá tener una mirada distinta, una mirada nueva. Habla también de liberar a los presos y ahí ya no nos gusta el mensaje. Pero la mirada de Jesús es otra, en aquellos tiempos y bajo la dominación romana y en cualquier dictadura o gobierno de facto las cárceles se llenan no solo de delincuentes, nosotros tenemos esa experiencia en Chile. Liberar a “aquellos que han buscado la justicia” y a otros sin culpa. Y el texto agrega : “poner en libertad a los oprimidos” y aquí engloba toda injusticia que se comete con nosotros y que nosotros cometemos con nuestros semejantes, el concepto de liberación va mas allá de la materialidad que sufren los seres humanos, la liberación nos dice Francisco en la Alegría del Evangelio ,”son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento, de esa tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, te libera de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien”. G.E nº1.- Como podemos ver, las enseñanzas y exigencias que pone Jesús a esta llegada de la Buena Noticia que debe dar a los pobres, a los ciegos, presos y oprimidos es bastante terrenal. Y podríamos seguir enumerando elemento que nos podrían encaminar a una liberación integral hoy en día, para no quedarnos en generalidades poco expresivas, diremos : Sueldos dignos, sueldos que no sean una ofensa para otros, trato laboral humano, imposiciones pagadas, real derecho a la salud y educación, que la Iglesia vuelque la educación a los más necesitados, que el presupuesto de la nación tenga como prioridad los pobres ,casa dignas y no armas de última generación, que la “opción por los pobres” no sea un slogan para tranquilizar conciencias, que el sueldo de un senador no sea motivo de escándalo ,que la luz, el agua, el internet y otros tengan valores que hablen de honestidad, que tres cadenas de farmacias no le ganen a 20 millones de ciudadanos, Etc. Etc. Etc. Y lo más importante, preguntarme qué hago yo o solo apunto con el dedo a los demás. Todo esto se puede resumir en una sola palabra: Misericordia, que es el amor, la solidaridad, la entrega que tiene Jesús con nosotros y que nosotros debemos tener con nuestros semejantes.

No mires al cielo, que allá no está Jesús, mira para el lado, mira a tu prójimo que te puede necesitar. No debemos perder la esperanza ni por el alza del dólar, ni por la baja del cobre, ni por la colusión del papel, ni por las cagadas de nuestros dirigentes, pues nuestra esperanza y fe la tenemos en una persona llamada Jesús. La Misericordia no es para la otra vida, es para aquí y ahora.-

COLUMNA

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