Por Dr. Denis Panozo V.
Es una infección tan común en el sexo femenino, que comienza con dolor y ardor cada vez que orina, son los síntomas más habituales, junto con una sensación incómoda que se traduce en ganas de ir al baño a cada minuto. Acude al médico que pidiendo un examen identifica la bacteria que infectó la vejiga, de inmediato prescribe un antibiótico, rápidamente desaparecen los síntomas y se supone que todo terminó, sin embargo los síntomas suelen volver. Muchas mujeres deben recorrer varios especialistas y a veces tratarse varios años para permitir decirle adiós a la cistitis.
Las mujeres son el blanco más elegido porque la anatomía femenina es más conveniente para la echerichia coli, una bacteria que normalmente habita en la materia fecal y que suele desplazarse desde el recto hacia la vagina, colonizando la uretra y la vejiga. Esto genera la infección que es considerada causante primaria de la cistitis. Reconocer los síntomas a tiempo cobra real importancia, si se tiene en cuenta que una bacteria puede viajar de la vejiga a los riñones donde puede provocar un daño serio, una pielonefritis, es decir la infección se toma el riñon provocando un daño a este, el cual puede dejar secuelas afectando la funcion renal. Por lo cual la gravedad para el paciente es mayor. Además de la bacteria echerichia coli existen otras que pueden causar cistitis, que también pueden responder a los antibióticos, los cuales al usarse por 10 ó 14 días, también destruyen las bacterias buenas y la faltas de éstas dejan vulnerable a nuestro organismo a otras infecciones. Por lo cual los médicos debemos ser prudentes en este tema.
Las causas que facilitan las repetidas cistitis, pueden ser desde malformaciones en las vías urinarias, cálculos renales o enfermedades como la diabetes, pero es evidente que las relaciones sexuales favorecen, por lo cual se recomienda a las mujeres que orinen antes e inmediatamente después de la relación. Hay otros factores como la mala costumbre de aguantar las ganas de orinar, también en la menopausia por la baja hormonal la vejiga, la uretra, la vagina se ponen labiles al perder elasticidad y la facilidad de vaciarse completamente, por lo cual se recomienda que hay que tratarse desde que comienza la premenopausia. Otra cosa que ayuda es evitar o disminuir ciertos alimentos que irritan el interior de la vejiga en personas sensibles, como el café, el vino, el chocolate, el tomate y los frutos cítricos (naranjas, limón). Además hay que tener cuidado con los jabones que se usan para el aseo de estas zona genital.
En resumen el mensaje es que la simple cistitis, esas pocas molestias al orinar se puede trasformar en un gran daño para su salud. Acuda al médico y pida realizar un examen, como el urocultivo.