Miguel Nicolau del Roure
Desde hace un tiempo a la actualidad se escuchaba incesantemente el grito de los fanáticos ecologistas: “NO A LOS EMBALSES. SE DESTRUYE LA ECOLOGIA AMBIENTAL” .En la actualidad está a punto de ocurrir lo que con un humor medio negro el humorista de El Mercurio dibujó donde el Gasfiter le informa a la dueña de casa que una llave es de Tierra caliente y la otra es de Tierra fría. ¿Por qué de esta caricatura? Porque ya no da más, no se tiene certeza hasta cuando tendremos suministro de agua en forma normal o más o menos normal. Si los famosos embalses se hubiesen construido años atrás tendríamos igual el problema, pero con más respaldo para poder esperar un lluvia salvadora o poder hacer llover artificialmente cuando las condiciones así lo ameriten. Pero ahora no hay respaldo y no hay esperanzas de lluvia quién sabe hasta cuando.
Plantas de recuperación de aguas servidas las cuales proveen agua potable tan potable como la que se obtiene de los ríos tampoco se han implementado siendo que su uso y existencia son de décadas en otros países que han previsto esto.
Por otro lado, leí no hace mucho en un periódico que los fabricantes de bolsas plásticas están desesperados por las medidas que se están tomando al respecto, pero no piensan que así como de la industria del bolso de papel derivaron a la industria del bolso de plástico AHORA es el momento de volver a la industria del bolso de papel. Es imperioso este cambio y ya no lo dilaten como los embalses.