Por: Rodrigo Solo
Con felicidad o sin ella, seas o no seas un campeón en algo, creas haber alcanzado el éxito o se te pasó la vieja y nunca lo obtuviste; sin la maldita emocionalidad fregamos. Todo es emoción y emoción.
Laura Pausini gatilla eso en mí desde hace pocos años, y en mucha gente desde hace… muchos años.
Una vez me lo resumieron así:
—Todas las canciones de Laura me hablan a mí.
Persona que me cuenta algo de Laura tiene un mar historias, recuerdos, ese nosequé del amor que la artista microcondensa en música.
¿Qué tendrá el coro pegajoso Se Fue, Inolvidable, Víveme, En Cambio No?
Esta última estruja lo emocional, en no decir a los seres queridos —cuando están a mano— lo que sentimos. Es mejor decir las cosas importantes. Si no estás tú, no las puedo repetir.
Las emociones están, y si no hacemos la paz antes quedaremos atragantados. Todo pasa muy rápido. Nunca es tarde, diría Laura con esa mirada suya.