Por: Claudio Gómez Castro, abogado director Derecho UAC San Felipe
En la actualidad la carrera de Derecho se imparte en más de 40 escuelas a nivel nacional, las que se encuentran principalmente en Santiago, Valparaíso y Concepción. Sin embargo, existen otras instituciones que han preferido instalarse en los territorios, donde existen características y circunstancias especiales que distinguen su enseñanza respecto a la que se imparte en las grandes urbes. Si bien es cierto que el ordenamiento jurídico chileno se aplica en la totalidad del territorio de la República y, por ende, la enseñanza del Derecho es una sola, las diversas características geográficas, económicas y culturales de nuestro país hacen necesario dar cierta especialidad regionalista, dependiendo del espacio físico en que se encuentre ubicada la casa de estudios.
De esta forma, un estudiante de derecho de una universidad regional puede adquirir herramientas que le permitirán en el futuro desenvolverse de forma más adecuada en el medio que lo rodea. Así, un estudiante de Derecho de una universidad del sur de nuestro país adquirirá conocimientos reforzados en Derecho Indígena, Forestal y Pesquero. Por otra parte, un alumno perteneciente a las zonas portuarias lo hará en materias como Derecho Marítimo y Aduanero, y quienes cursen la carrera en los valles y en la zona norte podrán especializarse en Derecho Minero y de Aguas.
Recibir estas competencias específicas implica una fortaleza adicional para los futuros abogados, quienes podrán responder adecuadamente en las áreas antes señaladas. Como ejemplo asociado, podemos destacar lo que ocurre aquí en el valle del Aconcagua, donde existe una Secretaría Regional Ministerial de Minería que constantemente demanda abogados para esta actividad productiva. Igualmente, este valle requiere profesionales para trabajar en programas como los de Indap referidos a la regularización de los derechos de aguas, mientras que el área ambiental también necesita abogados dado el contrapeso existente entre la actividad minera y la escasez hídrica del Valle.
Las universidades regionales entonces, han venido a ocupar un espacio de enorme importancia en la educación superior, otorgándole la posibilidad de estudiar a ciudadanos del territorio y generando profesionales idóneos llamados a satisfacer necesidades locales tanto para el sector público como privado.