Han comenzado a surgir opiniones que anticipan que seguirá prolongándose la sequía que ya supera los diez años al menos en el Valle de Aconcagua, situación que debido a la falta de agua será en un futuro no muy lejano, un serio factor limitante del desarrollo económico de las provincias de Los Andes y San Felipe.
Con el propósito de comenzar a aminorar los efectos que esta crisis pueda agudizarse en los siguientes años, se tiene previsto (aunque solo en los anuncios) la construcción de un embalse cabecera en la hoya hidrográfica del río Aconcagua, con localización en al menos tres puntos, pero ninguno concluyente.
Los recursos de agua de la zona se generan por el deshielo natural de la Cordillera de los Andes que alimenta del recurso hídrico el principal sistema fluvial constituido por los ríos y esteros que abastecen las necesidades de la Primera Sección del río Aconcagua y las otras secciones río abajo.
El caudal permanente que proporciona el río Aconcagua se uiliza con un sistema de regadío constituido por una serie de canales que permiten el riego de 14.700 hectáreas de la provincia de Los Andes y otras tantas hacia el poniente.
Los agricultores y regantes vienen realizando un notable esfuerzo para aunar criterios sobre la mejor alternativa para construir una obra de regulación, postura que debe ser coniderada con mayor prontitud por el Gobierno.
