Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Como todos los años, al final del otoño y al comienzo del invierno, el virus de la gripe amenaza con irrumpir en nuestro aparato respiratorio y desatar en menos de 48 horas la temible enfermedad Sus síntomas aparecen de repente: nariz tapada, fiebre alta durante dos a tres días, escalofríos que pueden ser pequeños o intensos, dolores musculares, de cabeza, molestias en la garganta, ojos llorosos, tos seca, pocas ganas de comer, nauseas y a veces vómitos y diarreas. Estos síntomas te llevan solamente desear estar en cama, abrigarte, tomar líquidos a sorbos y algún analgésico para mitigar lo más posible los dolorosos síntomas. Las vacunas que aparecieron como la gran solución, lamentablemente no han podido lograr su propósito, al contrario han logrado un desencanto, porque personas vacunadas igual sufren la enfermedad y a veces con más violencia y con complicaciones que se traducen en mayor tiempo de sufrimiento. La aparición de medicamentos antivirales, ha sido otra arma en contra de este flagelo, pero su aplicación no puede ser masiva por el alto costo que actualmente presentan. A pesar de los esfuerzos por controlar el virus, la batalla final contra la gripe aun no se logra, los científicos se enfrentan con un virus con gran capacidad infecciosa y una destreza impresionante para disfrazarse y burlar nuestras defensas. Efectivamente millares de partículas virales se trasmiten de una persona a otra mientras se habla, tose o estornuda a través de gotas microscópicas que flotan en el aire(gotas de pflugge) y alcanzan las mucosas respiratorias en toda su extensión, desde las que tapizan las fosas nasales hasta los alveolos pulmonares. El poder de diseminación del virus es muy grande, infecta a todo el que se encuentre en el medio. En resumen debemos cuidarnos 2 a3 días en cama, solamente abrigarnos, tomar bastante liquido y algún analgésico o antipirético para las molestias, 5 días en casa y tomar las precauciones para evitar contagiar al resto de la familia y compañeros de oficina.