I Por Alejandra Nielsen Molina Coordinadora Regional Consejo Nacional de la Infancia
En el programa de gobierno se estableció la necesidad de instalar un sistema de garantías de derechos de la Niñez y Adolescencia, a través de un conjunto de reformas que tienen como horizonte asegurar el desarrollo pleno de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) mediante el ejercicio de los derechos establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y con ello hacer frente a los altos niveles de inequidad del país.
Este compromiso con la Niñez y Adolescencia es parte de una reforma integral al sistema, el cual ha sido formulado de forma participativa y con la opinión de los propios niños. Así es como el martes 29 de septiembre ingresaron al parlamento dos proyectos de ley fundamentales: el Proyecto de Ley de Garantías de Derechos de la Niñez y el de la Subsecretaría de la Niñez.
La Ley de Garantías de Derechos resguardará la protección integral de los derechos de los niños y niñas, a través del establecimiento de políticas, instituciones y normas que buscan lograr el pleno desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social de los niños y niñas. El proyecto explicita el contenido de los derechos ya reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y establece su estándar de cumplimiento. Además, establece los cimientos de la institucionalidad de infancia que se irá construyendo y enriqueciendo en la discusión con la sociedad civil y en el parlamento, con el propósito de consolidar un nuevo trato para la niñez y adolescencia, donde el Estado y la ciudadanía en general sean garantes para su ejercicio pleno.
La creación de la Subsecretaría de la Niñez, en tanto, se preocupará de los temas relacionados a los derechos de los niños y las prestaciones sociales que se requieren para ello. Se establece en el proyecto que el Comité de Desarrollo Social, conformado por Ministros de Estado con funciones de protección social, se constituirá como Comité de Desarrollo Social y Niñez para tratar temas de derechos de los niños, ejerciendo así la rectoría del Sistema de Garantías de Derechos de la Niñez.
Con estas leyes se fortalece a la familia y a los padres, pues existe el compromiso explícito del Estado para apoyarla en el cumplimiento de su rol como guía y orientadores de sus hijos y también la voluntad del gobierno de mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas que viven en Chile y de potenciar las capacidades de las familias para llevar adelante esa tarea.
Hay un amplio consenso social en cuanto a que lo que hagamos hoy por mejorar las condiciones de vida de la niñez permitirá construir un país mejor, más justo y menos desigual que potencie el desarrollo, bienestar y felicidad de todas las niñas, niños y adolescentes que viven en Chile.
