Por: Jorge A. Walters A.
Aún cuando, nadie pareciera entender su lenguaje, la Madre Naturaleza no celebró el “Día Internacional de la Madre” porque, no estaba con el ánimo requerido, ni necesario para festejarlo.-
Lo que sí está claro, para algunos(as) es que, la Naturaleza ha demostrado su real poderío creador y reparador, de todos los torpes “condoros”, numeritos y embarradas que, se ha mandado la especie humana.-
La Madre Naturaleza, como lo he repetido en numerosas ocasiones y hasta el cansancio, es la “Big Data”, o antigua “Enciclopedia Cósmica ”, en la que, se encuentran las sabias respuestas a todas las interrogantes, o dudas que, pudiera plantearse el ser humano.- Sin embargo, por alguna absurda razón, este fatídico y nefasto virus planetario que, es el hombre, no ha escuchado el mensaje, ni leído su reiterada advertencia que, en su esencia se autoregula conforme a Leyes Cósmicas, como la Ley de Fibonacci, llamada también como “Proporción Áurea o Divina”, cuya ejemplar aplicación está a la vista y es infinita.-
Por siglos, la irracional ambición de algunos empresarios, o inversionistas transnacionales, ha provocado en el planeta, una sobre-explotación de muchos recursos naturales, llámese mineros, energéticos, forestales, marinos y otros, ocasionando una destrucción aberrante del equilibrio ecológico natural, así como, un grave cambio climático y un creciente y amenazante calentamiento global.- Como si, todo esto fuera poco, también el ser humano a través de Farmacéuticas transnacionales, se ha empeñado en modificar y alterar la genética en algunos seres vivos, en semillas y en la producción de virus, antídotos y vacunas que, se han convertido en nichos comerciales muy rentables, por la cuantía de sus potenciales compradores que, inevitablemente tendrán que adquirirlos, so pena de muerte.- La pregunta surge de inmediato… ¿ Cuál es el apuro por agotar las atractivas reservas mundiales generalmente ajenas y que, por cierto son limitadas y muchas veces irrecuperables?.-… ¿ Podremos llevarnos las riquezas acumuladas al morir?…
No deja de ser sorprendente, el cómo la Madre Naturaleza ha sido capaz de revertir en poco tiempo, el daño enorme que, la radioactividad, ocasionó en un vasto sector, con la explosión de Chernobil.- Hoy en dicho lugar, la forestación se recuperó y cambió su coloración de rojo a verde, aparecieron caballos salvajes y la flora y fauna renacieron como el Ave Fénix.-
Llama también la atención que, a raíz del obligado confinamiento humano planetario, la contaminación disminuyó notoriamente, la dañada capa de ozono que nos protege de las radiaciones ultra-violeta en gran medida se recuperó y en África y fuera de época, llegaran a su lugar habitual, una cantidad nunca vista de flamencos, al igual como en Asia, donde aparecieron en varias ciudades, una multitud increíble e inusual de monos.- De igual manera y por las mismas causas, en Perú, cerca de Machu-Pichi, se avistó algunos Osos que se creían extinguidos y en Chile bajaron a la ciudad algunos pumas que, el SAG apresó y devolvió a su habitat natural.- Otro tanto ocurrió en Argentina con la aparición de Pavos Reales y lobos marinos al igual que, en otros lugares donde se hicieron presente algunos pingüinos.- ¿ Qué nos dice todo esto? … Pareciera que se nos quisiera advertir que, ¡Con la Naturaleza no se juega! y que,… en adelante, es posible que, la reacción podría ser mucho peor aún.-
La humanidad, quiéralo, o no, deberá cambiar o modificar obligadamente el sistema socio-económico mayoritariamente imperante en el mundo y la forma de relacionarse entre hermanos y con la Naturaleza, dejando de lado la soberbia, el egoísmo y la ambición desmedida, porque, el ser humano, siempre deberá estar por sobre cualquier interés material, o mercantil, lo que, por cierto, no significa que, con sensibilidad y sabiduría, también deberá considerarse en su justa medida y proporción, lo necesario para que, la riqueza que producen hermanadamente Capital y Trabajadores, sea siempre como la luz, la energía y el calor del sol que, a todos y sin distingos, nos llega por igual, con mucho AMOR, pues, para la Naturaleza, éstos son elementos imprescindibles, para tener una vida digna, saludable, armónica y feliz.-
Si Ud. concuerda con lo señalado Decrete, con fuerza y convicción ¡¡¡ QUE ASÍ SEA !!!