Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo
“Les anuncio una gran alegría,
hoy ha nacido en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor”.
(Lc. 2,10-11)
avidad es la gran fiesta que, con alegría, nos congrega en familia. Con fe y esperanza nos acercamos a la NAVIDAD. En esta Navidad celebramos el 2015 aniversario del Nacimiento de Cristo Jesús. Cuando Cristo nace, lo humano se encuentra con lo divino en la Persona de Jesucristo.
La vida del hombre es un anhelo constante hacia lo divino; el hombre añora llegar al mundo de Dios.
San Lucas nos presenta con sencillez y sobriedad una especie de crónica del acontecimiento que celebramos, en la que van apareciendo los diversos personajes de esta historia que se recrea en las imágenes de nuestros pesebres.
El relato evangélico y la pedagogía del pesebre nos introduce en la Navidad de Dios, siempre sorprendente y llamando a la conversión, al presentarnos la noticia de este acontecimiento.
Contemplemos el pesebre siguiendo el relato del acontecimiento y dejémonos sorprender por Dios y su manera de manifestarse en el mundo.
Dejémonos sorprender por un Dios que tiene su lugar para nacer como hombre en un establo, y no en los templos o en las casas de gente que se considera importante.
Las sorpresas son mayores al ver a María, la primera a quien se manifestó; una sencilla mujer creyente y de trabajo, que tuvo el coraje de confiar en Dios. Y junto a ella está José, un hombre justo y bueno que prefirió creerle a Dios y amar mucho a su joven prometida.
También están ahí los pastores, recordándonos que Dios se manifestó primero a ese grupo de pobres que vivían casi al margen de la sociedad, y no a los escrupulosos guardianes de las leyes y las costumbres.
La sorpresa mayor del pesebre es que el Dios que se manifiesta es un niño pequeño, pobre y débil. Así es el Dios que se manifiesta en Jesús: un Dios que escoge lo pequeño para confundir a los que se creen fuertes.
Esta es la mayor sorpresa y la mejor noticia. Un Dios pequeño, pobre y débil, al alcance de todos y que se ofrece para todos los que se dejen sorprender por la Novedad de Dios.
Estimados lectores: el cristiano celebra la Navidad; el cristiano siente que puede gestarse como nueva creatura al estilo de Cristo.
El cristiano, incluso, descubre que puede celebrar Navidad todos los días del año porque “Navidad es cuando un hombre encuentra a otro hombre, lo llama hermano y lo trata como hermano”.
Navidad tiene un solo sentido para el creyente. Navidad es ese mirar anhelante de los hombres por construir en si un hombre nuevo.
Navidad es Cristo-Jesús en el corazón de los hombres, en el corazón de la sociedad.
De corazón, deseo a todos : ¡FELIZ NAVIDAD JUNTO AL PESEBRE DE JESÚS!