Por: Eugenio Astudillo Leal
De acuerdo a lo que edita el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en sus páginas, en la época de La Colonia, los hacendados españoles celebraban la fiesta de la Epifanía o de los Reyes Magos, que correspondía 12 días después del nacimiento de Jesús, oportunidad en que se daba el día libre a los esclavos negros, quienes aprovechaban de rendir culto al niño Dios, y a descansar, aparte de dedicar el día al Rey Mago Baltazar, que de acuerdo a la leyenda, era de raza negra se le veneraba como santo protector.
A pesar que en aquel entonces no había mucha raza negra en Chile, la tradición se mantuvo en los años, al igual que en muchos países de América latina y también del viejo continente, en donde el día 06 de Enero, de cada año, los Reyes Magos traen los regalos a los niños que se portan bien, y que aquí llegan vía Viejo Pascuero el 25 de Diciembre. España es un buen ejemplo de esta celebración.
Aunque no lo crean, aquí en Chile, por años en varias localidades se conmemora este Día de Reyes, especialmente en Arica y otras del norte, y se espera que este año sea más localidades que se incorporen, debido a la gran corriente de inmigración de pueblos afrodescendientes que han llegado al país, y que seguramente se dedicaran a difundir su cultura esta noche.
En España esa fiesta del Día de Los Reyes se celebra a todo dar, por las principales calles del país, en cadenas nacionales de televisión, destacando la existencia, de Baltazar, Gaspar, y Melchor, quienes ya no traen solo Oro, mirra o incienso al niño Dios, sino que, llegan con una infinidad de regalos, de todo tipo, que los niños y papás españoles les piden.
Aquí en la zona andina siempre se ha advertido de esta fiesta religiosa cristiana, pero, aparte de unos particulares y esporádicos recuerdos, el asunto no ha prendido entre los mitos populares de la ciudadanía. Quizás ahora sí, la cosa sea diferente con la gran presencia de nuevos vecinos morenos que tenemos que tenemos en la previa de clasificar como andinos. Muchos negritos son parte de nuestro diario quehacer y viven entre nosotros. Si ellos recuerdan y celebran esta fiesta, brindémosle los espacios necesarios para sus costumbres, y para que esta conmemoración prenda entre nosotros, y sea reconocida; como merece, en el sentimiento popular.
Feliz Días de Reyes.
