Por: José Ramón Toro Poblete
En este largo tiempo de Pandemia, hemos tenido que poner obligadamente y, en algunas situaciones extremas, “La Patita” en el freno porque nos habíamos acostumbrado a la inmediatez, todo al instante y rápido.
Esta realidad pandémica nos ha permitido recuperar la Paciencia que, para algunas personas ha sido un sufrimiento enorme y, ha tenido costos muy dolorosos (discusiones, irritabilidad, alteraciones en el sistema nervioso y digestivo, etc). Y, nótese que he usado dos conceptos “sufrimiento y dolor” porque, precisamente, en su origen la paciencia se asocia a sufrimiento y, por eso, a quienes tienen una enfermedad y esperan en el hospital o clínica una atención sea de urgencia o médica se les llama “pacientes”.
La Paciencia no es sólo esperar (actitud pasiva y casi fatalista). Es un valor positivo que permite enfrentar los problemas de la mejor manera posible. Por ejemplo, el esperar en la calle bajo un sol inclemente en una fila para obtener una atención en una oficina sea pública o de servicios privados, el esperar para ingresar a un negocio de barrio, el esperar en un “taco” o para encontrar un estacionamiento. La Paciencia ayuda para que se despierten otras virtudes que, con este ritmo que hemos llevado, han sido adormecidas o atrofiadas. Entre muchas por ejemplo: la tolerancia, el respeto, la serenidad, el autocontrol y ser cuidadosos con las palabras o reacciones, ser Prudentes.
Todos sabemos los signos de la impaciencia, ante los cuales debemos poner atención: el observar la hora o consultar el celular de modo compulsivo, suspirar “en modo” de queja, reclamar en voz baja, golpear con los dedos algo o con los pies el lugar donde se está esperando….
La Paciencia no es solo una actitud de espera, sino algo más profundo, es la capacidad emocional de saber comportarse bien mientras se espera.
Y, termino con dos grandes frases:
La primera nos la entregó San Pablo cuando escribió sobre las manifestaciones del amor;
“El amor es paciente”
La segunda es de un viejo y sabio proverbio oriental:
“La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces”.
Que sea Feliz