Concejal Octavio Arellano
Es lamentable que el proyecto de extensión del METRO VALPARAISO o MERVAL no considere al valle de Aconcagua ni menos a la ciudad de Los Andes, a pesar de reconocer su rentabilidad económica hasta La Calera. Esta es una nueva expresión del centralismo que caracteriza a la región de Valparaíso, en desmedro de las comunas ubicadas en el Valle de Aconcagua, lo que le da cada vez más sentido a la pronta creación de la Región de Aconcagua. Como ciudadanos, los aconcagüinos también tenemos derecho a ser beneficiarios de los fondos “espejo” que corresponde sean destinados a otras comunas como compensación por los miles de millones que se destinan al Transantiago, para que se mejoren las comunicaciones entre la Región de Aconcagua y el resto del país. Todos los días vemos cómo los países se desarrollan en base al servicio ferroviario menos Chile, más aún cuando nosotros tenemos una red vial operativa pero actualmente subutilizada.
Por ello, hemos solicitado al Alcalde de Los Andes se coloque en tabla el tema a objeto de promover un acuerdo colectivo de los concejos municipales de las 10 comunas del valle para que contrate un estudio que evalúe la necesidad y factibilidad de mejorar la conectividad vial en la región, gestionándose una entrevista con el Gerente General del Directorio de EFE, Germán Correa.
PROPONEMOS LA REPOSICIÓN DEL AUTOMOTOR ENTRE LOS ANDES Y RIO BLANCO
Sin perjuicio de avanzar en mejorar la red de conectividad con la zona costera, también debemos mejorar la conectividad interior de la región de Aconcagua, especialmente hacia la zona de montaña, para lo cual propiciamos que la empresa de ferrocarriles EFE, reponga el servicio diario del Automotor Schlinder entre Los Andes y la Villa Río Blanco. Para ello hay equipos ferroviarios, está operativa la vía férrea, están los usuarios y hay nuevos proyectos emergentes que le dan factibilidad. Hemos sido testigos de los reclamos de los usuarios del transporte colectivo que cubre la ruta entre Los Andes y Río Blanco, el que consideran bastante precario, con vehículos en regulares condiciones y que en algunos casos, ha significado un trato vejatorio para los cientos de jóvenes que concurren a diario a estudiar a la ciudad de Los Andes, especialmente en las épocas de frío invernal. Lo anterior es agravado por los altos riesgos que tiene una carretera estrecha y con un trazado muy peligroso, causante de múltiples accidentes con víctimas fatales. El servicio podría operar con un servicio de bajada temprano en la mañana y otro de subida, a la salida al término de la jornada laboral y estudiantil.
Cabe destacar que el Automotor petrolero que podría hacer el servicio entre Los Andes y Río Blanco, se encuentra restaurado y prácticamente operativo gracias al trabajo técnico de la Corporación del Patrimonio Ferroviario, y, en especial, del Ingeniero Sergio Carmona. Para ello sólo bastaría la decisión de la empresa de Ferrocarriles, y el apoyo de la empresa FEPASA quien explota la vía en la actualidad para el transporte del concentrado de cobre de Codelco Andina entre Río Blanco y la Fundición de Ventanas
Este servicio ferroviario cumpliría además una finalidad estratégica, como alternativa a eventuales cortes de la ruta internacional, pudiendo apoyar el traslado de personal minero y de transporte internacional. Otra de sus grandes potencialidades, es que podría llegar a convertir en un Tren de la Montaña, como un nuevo atractivo turístico de carácter internacional. Ello permitiría abrir al acceso de la ciudadanía el gran potencial turístico que tiene la zona cordillera y que está casi inexplotada en la actualidad.
ANTIPARSE AL IMPACTO DEL NUEVO TUNEL INTERNACIONAL
“Todas estas iniciativas en pro de la conectividad ferroviaria entre los Andes, Valparaíso y Santiago y entre Los Andes y Río Blanco, tienen sentido de anticipación al proyecto de Túnel Internacional a Baja Altura, para lo cual Chile y Argentina han firmado un Tratado, que si o si, se deberá concretar en los próximo años, atendido el crecimiento del comercio entre Sudamérica y el Asia Pacífico. Ello debe ser un objetivo estratégico para la creación de la Región de Aconcagua, cuya base debería ser la logística de carga internacional y la circulación de productos y materias primas, especialmente alimentos frescos hacia los grandes centros productivos. La inversión pública en estas iniciativas, sería una justicia territorial con una región que está haciendo grandes contribuciones al desarrollo nacional pero que no es compensado en forma en la distribución de la riqueza del país”.