Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Es la función orgánica más elemental, y la compartimos con todos los seres vivos.
Inspirar es lo primero que hace el bebé al nacer y no cesamos de respirar hasta que la muerte nos visita. Entre la primera inspiración y la ultima expiración cada hombre tiene un número determinado de respiraciones, por lo tanto viviremos más si respiramos profundo, lento y tranquilo, Respirar es sinónimo de vivir y hacerlo de esta forma tendremos una vida más saludable.
Respirar para todos los seres humanos tiene características muy particulares y especiales, algunas compartidas con los otros reinos de la naturaleza. El oxigeno tomado del aire, gracias a los alveolos pulmonares es trasportado a todo el organismo por la hemoglobina, que da el color a los glóbulos rojos. Este oxigeno llega a cada célula, produciéndose la oxidación de los elementos energéticos, como la glucosa. Esta es una combustión y se realiza permanentemente, liberando la energía de esas sustancias, como lo hace la gasolina dentro del motor de un auto. La energía liberada se aprovecha para el trabajo específico de cada célula y en parte se expande como calor por todo nuestro organismo. Esta oxidación es similar a la combustión de cualquier sustancia que se quema.
La necesidad de oxigeno para todo nuestro cuerpo, impulsa a los músculos respiratorios a aumentar el volumen del tórax, de esta forma entra el aire, esto se denomina inspirar. Satisfecha esta necesidad, el organismo necesita después expulsar al exterior el sobrante de la oxigenación, el anhídrido carbónico acumulado en la sangre, (como el humo de la combustión en el auto). Se produce entonces un movimiento instintivo de expiración, este movimiento respiratorio se realiza con una frecuencia de 12 a 16 por minuto, estando en reposo, pero al exigir más energía (correr o trotar) esta aumenta en forma extraordinaria hasta el triple, además ocupamos toda la capacidad de los pulmones.
Nuestras emociones también se reflejan en la manera de respirar, por ejemplo al estar ansioso la respiración se acelera, para absorber mas oxigeno para posteriormente usarlo en la acción. Por lo contrario al sufrir un susto la respiración se paraliza, tal vez para sentir menos. Frente algún dolor o miedo contenemos la respiración y producimos una anestesia emocional, al disminuir el aporte de oxigeno disminuye igualmente la sensibilidad.
Respirar es vida, no compliquemos nuestra respiración con el humo del tabaco, que es el mayor toxico causante de enfermedades y muertes prematuras.