Por: José Ramón Toro P., profesor Liceo Max Salas Marchán
Trataré de interpretar el sentir de innumerables personas que, como yo, no somos expertos en Leyes (abogados), ni somos parte de los códigos que usan los abogados y magistrados ´para realizar una intervención oral (alegato) o escribir un documento (los famosos OTRO SI, a modo de ejemplo…, no es para resolver mejor, sino que es “para mejor resolver” y, muchos otros) y me refiero concretamente a la sentencia dictada por un tribunal sobre el Caso PENTA a los señores Carlos Alberto Délano y don Carlos Eugenio Lavín.
Ha pasado el tiempo, donde muchas personas se sentaron frente a un Tv (me incluyo) para apreciar las presentaciones, acusaciones y alegatos de los fiscales y abogados defensores. Era algo muy novedoso. Todos nos sentíamos parte de las partes. Novedoso, escandaloso y hasta entretenido. (digo yo). Los más osados hablaban de los delincuentes de cuello y corbata. Y, como pasa con todas las noticias explosivas, pronto sacan pasaje y viajan “Al país del Olvido” porque vienen otras y otras noticias…, luego SOQUIMICH, CAVAL, los portonazos, los homicidios, los asaltos, las catástrofes, ahora último los casos de abusos de menores por parte de clérigos y, en fin… una noticia tapa a la otra.
Lo peligroso es que, nosotros, la Tribuna, solo nos orientamos por el sentido común, por el deseo de Justicia, desconociendo los vericuetos, acuerdos, argumentos, leyes y sus artículos…, hasta la interpretación de la Letra de una ley. En una de las tantas escenas, muchos aplaudieron cuando estos señores fueron privados de libertad, pero solo momentáneamente pues, aparecieron en escena nuevos abogados (gente muy preparada) de altos honorarios para defender, en justo derecho, lo que a toda la Tribuna le parecía injusto pues se trataba de un comportamiento que era un atentado mayúsculo contra la ética profesional dentro del ámbito jurídico, además que dicho comportamiento de los señores en cuestión, no estaban alejados de la corrupción, cohecho y otros delitos, donde la olvidada “probidad profesional” en absoluto era cuestionada. (Así lo sentía y observaba la “Tribuna” (usted y yo).
Lo curioso es que, entre las indicaciones dadas en la sentencia condenatoria, ellos, deberán asistir a clases de Ética…(difícil enderezar un árbol que creció torcido con una data de más de 60 años)… Ahora bien, para entender esto, que es una jocosidad para la Tribuna, habría que intentar definir la realidad que encierra el concepto de Moral que, me atrevo decir, es una construcción social con contenidos, que son un espejo de una forma de vida y que, dentro de esta construcción tienen cabida los permisos, prohibiciones, los valores, los principios filosóficos, religiosas, políticos, los principios e ideales de una vida buena y ordenada a un Bien Común, cabiendo dentro de esto lo valorativo (saber lo que es bueno y malo) y lo normativo (Hacer el bien y no el mal)
Por otro lado, al atender la realidad que contiene el concepto y esencia de la Ética, habría que descartar de plano que no pertenece a la emocionalidad, es decir, la acción ética de un sujeto no es producto de un sentimiento o una resultante de una intuición o corazonada. La ética es por antonomasia Racional. (Por eso no acepté ni acepto las excusas de algunos políticos relacionados con las mentirosas “facturas ideológicamente falsas” – así llamaron ese delito de fraude – y ellos, decían o confesaban arrepentidos: “Cometí o fue un error”, porque la acción fue racional, pensada, calculada y nunca fue emocional.
De esto trata y es el alcance de la Ética pues es reflexiva, pensada, que da cuenta o juzga la dimensión de un acto moral. (si fue bueno o malo). Su tema es, racionalmente, juzgar si el acto fue bondadoso (bueno) o perverso (malo).
Aparte de las Clases de Ética, deberían sumar las de Deontología que se dedica a estudiar fundamentalmente la naturaleza, orientación y fin del Deber.
El fin del Deber ser Honesto.
El fin del Deber ser Honrado
El fin del Deber ser Transparente
El fin del Deber ser Veraz
Para finalizar, ¿Que piensa acerca de lo que dijo el Papa Francisco cuando visitó la cárcel?
¡¡¡¡En Chile, se encarcela la pobreza!!!
Que sea feliz