Especies sustraídas y daños fueron avaluados en $500.000
Un cuantioso robo en las dependencias de la Capilla María Auxiliadora, ubicada en la calle Paso de Los Andes de la Población Cristo Redentor, quedó al descubierto la mañana de ayer y fue denunciado a Carabineros de la Tercera Comisaría, luego que en horas de la noche un número indeterminado de delincuentes ingresara provocando serios daños y llevándose diversas especies, todo lo cual fue avaluado de manera preliminar en $500.000.
De acuerdo a lo recogido en el lugar del hecho, los ladrones entraron a la propiedad por la parte posterior luego de destruir la pandereta del cierre perimetral que da hacia el terraplén, concurriendo a una instalación que corresponde a una ducha y bodega a la que entraron tras derribar la puerta con golpes de pie, y también dirigirse a la sala múltiple Beata Laura Vicuña, en donde destruyeron la puerta luego que no consiguieran violentar la chapa.
En la revisión, se constató que robaron un cálefont, dos cilindros de gas de 15 kilos, dos reguladores, un hervidor, una estufa eléctrica, un ventilador de pedestal y loza.
Este es el segundo robo que afecta a la capilla, ya que la semana pasada también entraron ladrones llevándose una alfombra y ropa del bazar.
Ante lo sucedido, el padre Gerardo Herrera, párroco de Nuestra Señora de La Asunción -a cuya administración pertenece la capilla-, lamentó estos robos “ya que las cosas que se tienen en las dependencias de la capilla son para el uso de la comunidad, prestamos un servicio y acompañamos a la gente, y lo que se llevaron fue reunido con mucho esfuerzo, por lo tanto esto implica volver a trabajar por eso y nos crea un sentimiento de dolor, desconfianza y nos costará reponernos de esta pérdida por los gastos extras que trae asociados, dinero que no tenemos en esta comunidad”. El sacerdote llamó a tomar conciencia del valor que tiene la capilla para todo el entorno y a no comprar las especies robadas, “para así repudiar a los delincuentes que han hecho esta acción”.
En tanto, la coordinadora de la capilla, María Mandiola, señaló que el delito daña no solo el ámbito religioso, sino que también a los grupos que funcionan, como el Club de Adulto Mayor Luz de Sor Francisca, del Sagrado Corazón, la Catequesis Familiar de mamás y niños, y de Schönstatt; además de las visitas que se realizan a enfermos, se da la comunión a quienes se encuentran postrados y se ayuda a la gente más vulnerable.
“Esto nos duele, porque acá todas las cosas se hacen con harto esfuerzo, porque no somos gente que tiene buenos recursos”, expresó, solicitando más patrullajes por el sector a Carabineros.