Por: José Ramón Toro Poblete, profesor Liceo Max Salas Marchán
El fin de semana pasado, a lo largo de Chile, hubo una nueva expresión social en contra de las AFP y de las paupérrimas pensiones que otorgan. Sobre esta materia mucho se ha escrito, miles de opiniones de detractores que, pareciera estamos condenados a vivir en una pobreza no imaginada pero recién cuantificada. Pocos son sus defensores. Personalidades ligadas a las empresas y a la política guardan silencio por haber, con certeza, ciertos intereses creados. AFP que desviaron recursos de las utilidades obtenidas con nuestro dinero o aporte mensual del 10% de nuestro sueldo, a campañas políticas. Todo esto ya es sabido, provocando la explosión social.
Y, antes de exponer lo que quiero, solo me gustaría saber si, en todo esto, existe culpabilidad nuestra o no. Por ejemplo. Quién hace un seguimiento de las informaciones o cartolas que deben entregar, por Ley, en forma cuatrimestral de nuestros fondos de pensiones? Le llamo, a esto, desidia de información.
Por otro lado, el Magisterio de la Iglesia, en la última Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizado el año 2007 en Aparecida, Brasil, ya expresó casi proféticamente su visión de todo esto. ¡Claro!, usando un chilenismo podría escribir “nadie los pesca”. Le invito lea solo dos extractos de esas apreciaciones.
(…)”Con la presencia más protagónica de la sociedad civil y la irrupción de nuevos actores sociales (…) se están creando mayores espacios de participación política. Estos grupos están tomando conciencia del poder que tienen entre sus manos y la posibilidad de generar cambios importantes para el logro de políticas publicas más justas”(…)<75>
(..)”Cabe señalar el recrudecimiento de la corrupción en la sociedad y en el Estado que involucra a los poderes legislativos y ejecutivos en todos sus niveles (…) pone en serio riesgo la credibilidad de las instituciones públicas y aumenta la desconfianza del pueblo(…)” <77>
Pues bien, detrás de toda la explosión social producida por las experiencias de las AFP, hay muchas realidades y responsabilidades políticas históricas, responsabilidades de individuos y grupos económicos movidos e inspirados por la Ambición y la Codicia y, no por la Justicia Social. Es una maquinaria que tendrá un alto costo social terminar y cambiar. Lo sabemos.
Algo de historia. ¿Recuerda la AFP Provida, Alameda, Magister? (Solo por mencionar algunas). PROVIDA, esa que don Francisco, personaje ficticio, le hacía propaganda en la década del 80’? Tenía sus oficinas en calle O”Higgins y parte de ellas las ocupa Servipag ahora. Y, así hay muchas otras que han desaparecido porque los dineros de esas AFP eran ocupados por estos grupos económicos y traspasados a otras empresas de papel en beneficio de ellos mismos donde había una serie de empresas involucradas; aseguradoras de salud (llamadas Isapres), empresas forestales, pesqueras, inmobiliarias, repartidoras de combustible, de bebidas. Muchas de ellas desaparecieron porque no pudieron devolver esos dineros nuestros prestados a causa de la devaluación del peso o incremento del valor del dólar en la década del 80’ y, de la codicia y obtención de utilidades con nuestro dinero. Y, pregunto: ¿Dónde están esos responsables?. Algunos de ellos, (Lavín y Bravo) volvieron a aparecer en el caso PENTA. Los mismos que se vieron involucrados en esas tremendas pérdidas que sufrieron los trabajadores de ese entonces que tenían que jubilar.
Ya, no existen los vendedores de AFP o están muy disfrazados con los vendedores de seguros o fondos mutuos. ¿Quién, por ignorancia o por lazos de amistad, no se cambió alguna vez de AFP por “hacer una paleteada”?
Lo bueno es que la sociedad, gracias a las Redes Sociales, se ha ido informando y tomando conciencia que, todos, hemos sido víctimas de la Codicia de unos pocos. Además, se tiene muy poca memoria. Hay mucha abulia por leer e investigar en nuestra corta y joven historia.
La maquinaria del poder quiere al chileno con poca información e historia y, más aún…, las mentes brillantes en Santiago, el Gobierno Central y los tecnócratas de Mineduc, al parecer, quieren dejar sin pensamiento crítico a nuestros estudiantes poniendo en tela de juicio la asignatura de Filosofía, ¡Horroroso y patético producto de las ¿mentes pensantes? de este gobierno….y, no olvide que en el gobierno del señor Piñera querían eliminar la asignatura de Historia……
Volviendo al tema principal, reconozco, admirado a Zaqueo el cobrador de impuestos que, muy arrepentido, se comprometió con Jesús y dijo:
¡Devolveré hasta cuatro veces lo que he robado!
Deduzca, usted, cuánto alcanzó robar Zaqueo que estuvo dispuesto devolver hasta cuatro veces ¡Cuatro veces lo robado!
Soñar, sería escuchar una promesa similar de un grupo económico que administra nuestros dineros, que se excusan en “las lagunas” o en la gran expectativa de vida de los jubilados.
Que sea feliz