Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Las famosas alergias de esta época primaveral, invaden nuestras vidas provocando molestias en el día día. Están presentes en un gran porcentaje de la población, de variadas formas, agudas, crónicas, leves e intensas, en crisis o continúas.
Muchas personas sufren cuadro de este tipo cuando se ven enfrentadas a algún elemento en particular, que son llamados antígenos, es decir si eres alérgico a la penicilina, el antígeno es la penicilina. Sin embargo, el que sean algo común no implica que no haya que prestarle atención. De hecho, las alergias son la sexta causa de enfermedades crónicas.
Muchas veces, patologías en las vías aéreas superiores e inferiores, como el asma y la sinusitis, son complicaciones de una rinitis alérgica. Ahora bien, como la rinitis y la sinusitis poseen síntomas comunes
(Como la pérdida del olfato, obstrucción y secreción nasal), se acuño el termino “rinosinusitis”. De la misma forma en que un virus produce este cuadro, las alergias pueden generar una rinosinusitis alérgica, producto de una reacción del cuerpo frente a un alergeno como el polen del plátano oriental u otros.
Si una persona está genéticamente predispuesta a ser alérgica, cuando se ve enfrentada a un alergeno particular, éste entra por su nariz quedando atrapado en la superficie de la mucosa, introduciéndose hasta encontrar las células cebadas (célula de nuestro sistema defensivo) que al entrar en contacto con el alergeno producen el rompimiento de estas y la posterior liberación de histamina, sustancia química altamente irritativa desencadenando los estornudos, la picazón de nariz y la congestión o las dermatitis pruriginosa, nuestra piel que se llena de erosiones por el intenso prurito que nos lleva agredir nuestra propia piel.
Las alergias de más cuidado por su gravedad, suelen ser aquellas originadas por sustancia inyectadas, que penetran a nuestro sistema en forma masiva y directa, por lo cual la respuesta de nuestra inmunidad puede ser catastrófica y originar la muerte por provocar un edema intenso de la glotis, impidiendo la entrada del aire por ende la oxigenación adecuada del cerebro. Ej. La picadura de abeja, medicamentos inyectables
En cuanto a las épocas más complicadas para este tipo de cuadro, suele identificar la primavera con los alergenos del polen de las flores, pero también se da mucho en invierno donde el alergeno principal es un ácaro que esta en el polvo de la habitaciones durante todo el año pero los síntomas son mayores cuando las casas están menos ventiladas y también cuando hay aires acondicionados. Además se ha observado cuando las personas realizan una vida más intradomiciliaria y principalmente cuando se seca ropa al interior de esta.
Las personas que están expuestas a muchos alergenos y no están en tratamiento son más susceptibles, y al estar sometidas muchas veces a un estímulo alérgico, necesitarán menos cantidad de alergenos para activar la reacción. Pero también se produce un fenómeno conocido como hiperreactividad inespecífica, que puede generar síntomas similares a los de la alergia, producido por irritantes inespecíficos, como el humo del cigarrillo o el smog.
La rinosinusitis alérgica, este cuadro es difícil diferenciarlo de un resfrió común o rinosinusitis viral, Hay que sospechar cuando existen resfríos que nunca terminan, es decir, una congestión persistente con infecciones respiratorias recurrentes, que pueden esconder una alergia como causa. Lo importante es que al identificar una alergia, ésta se pueda tratar, reduciendo de esta forma las molestias y posibles patologías posteriores que pueden causar.
El tratamiento es relativamente simple, siendo la primera recomendación intentar evitar el contacto con el alergeno, por ejemplo: limpiando el polvo con un paño húmedo en vez de sacudir con un plumero. La importancia del tratamiento no solo radica en la mejora de la calidad de vida, sino también en el peligro que una alergia pueda generar una sobre infección, con virus y bacterias posteriormente.
Si se tiene imperiosamente la necesidad de inyectarse algún medicamento, hay que tener el cuidado de realizar una prueba simple y rápida, como la pápula subcutánea.
Debemos visitar a nuestro médico, cuando las molestias son muy molestas y no responden a medidas simples, porque hay otras causas que provocan síntomas similares ( ej. poliposis nasal, tumores) por lo cual no hay que perder el tiempo frente a una alergia que no se quita.