Por: Christian Marcel Fernandez., arquitecto, Arquitectura Sustentable Ecológica, Hut Arquitectura
Una ciudad se construye a través del arraigo que las personas tienen sobre su entorno. Ese es el ideal de una ciudad con vida, con color, olor y paisaje de un espacio apropiado por sus ciudadanos. Pero esta apropiación muchas veces se ha perdido. Vemos plazas, veredas, basurales en medio de nuestro recorrer diario sin cuidado , sin cariño de alguien que se haga cargo de su entorno.
Se pasó en el tiempo de tener un cuidado por lo que sucede mas allá del límite de las casas a olvidarnos de que las calles también nos pertenecen. Si la municipalidad no se hace cargo de mantener esos lugares nos corresponde como habitantes de dichos lugares tomar la iniciativa para hacerlos propios a través de intervenciones que nazcan del cariño que se tenga hacia su lugar.
Por esto nos pareció hermoso lo que vimos al pasar por la calle principal de Curimón, una intervención espontánea en las veredas. Jardineras alineadas en la vereda con flores que acompañan el caminar.
Esta visión nos hizo parar nuestro recorrido e ir a preguntar de quien fue esta linda iniciativa. Sin tanto andar dimos con la señora Verónica Muñoz quien amablemente nos abrió las puertas de su hogar y nos contó cómo nació esta idea.
Fueron tres vecinas que se reunieron para embellecer su barrio, pensaron en hacer algo con sus mismas manos y los recursos acotados con que contaban. Así doña Verónica junto con doña Ana Aurora Cifuentes y doña Carmen Vélez se pusieron manos a la obra con cajones, pintura y plantas puestas por ellas mismas a crear estas jardineras.
Fueron puerta a puerta con los vecinos del sector para invitarlos a participar. Algunos se unieron a la idea instalando las jardineras afuera de sus puertas.
Pero no todo es perfecto, como no todas las personas tienen esta pertenencia al lugar, deben guardar todas las noches las jardineras en las casas para que no les roben las flores. Esto ha hecho que algunos vecinos desistan de seguir con la rutina de entrar y sacar todos los días la jardinera.
Además los recursos son escasos por lo que no han podido comprar más flores ni tierra para continuar con su labor de embellecer su entorno. Si alguien quiere aportar con dinero o materiales pueden escribirnos a nuestro mail hut.arquitectos@gmail.com y nosotros haremos el nexo con esta destacable iniciativa.
Con esto queremos dar un pequeño homenaje a estar mujeres que quieren a su barrio y se hacen cargo de cuidarlo . Para los que pasamos, caminamos , miramos siempre será un agrado ver un barrio orgulloso de sus ciudadanos.
Esperamos que más ciudadanos se inspiren de esta historia y aparezcan nuevas intervenciones en nuestra querida ciudad. El espacio público es de todos, nuestro derecho y deber es nutrirlo y cuidarlo.
