Eugenio Astudillo Leal
¡Y pasaron las primarias ¡y para el espanto de muchos los resultados no fueron los que los políticos, los analistas del tema, las encuestas y los partidos comprometidos en él tema, se esperaban.
¡Triunfó la nueva democracia ¡, gritaban unos, ¡barrieron con los viejos¡, exclamaban los más jóvenes. Los dos grupos se declararon ganadores. Hubo alegría de izquierda a derecha. En los agasajos cada cual disfrutaba de sus mentiras y promesas. Los perdedores se consolaban recordándose así mismo, que no todo era tan malo, ya que al perder no tendrían que cumplir con tanta promesa y compromiso hecho.
Por otros lados, también había alegría y tranquilidad en la gente en general, porque uno de los “temidos” candidatos fue humillado en forma despiadada por su compañero de lista, y el otro ganador de la noche, casi duplicó la votación de sus 3 compañeros de lista, en donde había personajes con mucho linaje político y renombre público.
Otra cosa que alegró a mucha gente, y según ellos, les permite desde hoy “dormir más tranquilo”, en todo lo relacionado con las elecciones presidenciales, fue que en estos comicios se eliminaron los candidatos de los dos extremos de la vieja política chilena, que era lo que más preocupaba a muchos chilenos. Uno de los cuales, ya llevaba varios intentos en ser presidente, y que según su misma opinión y propaganda, él era tan presente en los problemas de la gente, que él como autoridad, ante cualquier problema, aparecía “hasta debajo de las piedras” En la otra versión de extremo político, igual que el anterior, el candidato tenía un pasado de alcalde y de pertenecer a un partido que fue muy famoso en el siglo pasado, y en Chile no dejó muy agradables recuerdos por los años 70, pero ahora, sus milites tenían mucha fe en su nuevo “iluminado” de Recoleta.
En definitiva, esta actividad llamada “Primarias”, que en un comienzo no había entusiasmado a nadie, terminó siendo una entretenida elección de un par de candidatos de extremo a extremo, en donde no solo se dieron las primeras muestras de la nueva política que quiere el país, del tipo de nuevos políticos que necesita para una nueva generación que tiene una nueva idea de vida, que nosotros; los viejos, aun no entendemos, y que será la base del nuevo mundo que viene y que ellos administrarán.
