La iniciativa organizada por la Oficina de Intermediación Laboral (OMIL) de San Esteban, convocó a profesionales de municipios e instituciones a fin de interiorizarse en el Lengua de Señas Ámbito Laboral.
SAN ESTEBAN.- Ser capaz de comunicarse con las personas sordas o discapacidad auditiva en el entorno laboral, fue desarrollado en el Taller Práctico Instrumental Inclusivo para las oficinas de empleo municipales, organizado por la OMIL San Esteban, actividad que tuvo a cerca de 30 participantes de distintos puntos de la región de Valparaíso, mayoritariamente de Aconcagua.
Profesionales de las oficinas de intermediación laboral, municipios e instituciones que trabajan en atención de público, asistieron a este taller que nace ante la necesidad de poder atender a personas sordas en el ámbito laboral. Hoy, un problema de comunicación cada vez más recurrente. Ellos lograron aprender herramientas básicas introductorias de la lengua de señas, la iconicidad en la comunicación y estrategias inclusivas para la atención por parte de profesionales y funcionarios municipales.
El equipo conformado por Fernando Marín, Gabriela Gallardo y Rodrigo Muñoz, de la OMIL San Esteban, inició un trabajo que en primera instancia sería comunal, expandiéndose a la provincia, a Aconcagua y luego a la región, con participantes de Quillota, La Calera, entre otros.
“Este taller nace de un análisis de nuestra OMIL de poder atender a personas sordas en cualquier dependencia de un municipio, como el departamento de salud y educación que fueron invitados también. Se hizo contacto con agrupaciones de sordos de Aconcagua y surgió este proyecto que nos permitió lograr el aprendizaje principal: el saludo, preguntas básicas y el ámbito de capacitación y empleo”, aseveró Fernando Marín, Secretario Municipal y Encargado OMIL, quien agregó que el compromiso es seguir trabajando este tema de forma individual y grupal.
Por su parte, Patricio Cordero, Intérprete Lengua de Señas Chilena y el relator del taller, agregó que, “era todo un desafío en un principio, porque era un círculo muy amplio, pero lo fuimos acotando y enfocándonos en el ámbito laboral. Así que entramos en un trabajo de recopilación de material y palabras para llegar hoy y poder tener a cerca de 30 personas con mucha motivación por aprender”.
Uno de los participantes, Nelson Guerra quien además es miembro de una agrupación de sordos, detalló en lengua de señas, “Me parece muy bueno, porque las personas que trabajan en municipios o consultorios, no se pueden comunicar con los sordos. Eso es un problema. Vi que les costaba al comienzo pero se lograron comunicar, fue entretenido y se logra que las personas tengan como comunicarse con nosotros.”