Por: Patricia González Toro
El paradigma del desarrollo sustentable ha sido una herramienta clave para idear e implementar iniciativas que aspiran a lograr una relación equilibrada entre crecimiento económico y la conservación de la naturaleza para la actual y las futuras generaciones. Lograr este equilibrio no es fácil, puesto que está mediado por diferentes intereses, concepciones y relaciones de poder entre los actores involucrados en la implementación de alternativas sustentables.
Hoy, esta preocupación se manifiesta en la protección del patrimonio natural, articulando alternativas de desarrollo que permitan una conservación del paisaje y la riqueza biológica. En nuestro país, este desafío comenzó con la creación de Parques Naciones, Reservas Nacionales, Santuarios de la Naturaleza y Monumentos Naturales, hoy bajo el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Esta institucionalidad ambiental advierte de la necesidad de conservar estas áreas mediante la puesta en valor de la espectacularidad de sus paisajes, recursos naturales, genéticos y servicios ecosistémicos, pero con una mirada periférica de las valoraciones sociales de las comunidades cuyos patrones de ocupación han influido en su co-construcción, que permiten su reproducción cultural, pero también natural de estos paisajes.
En el caso del Valle de Aconcagua, se identifican acciones de conservación mediante iniciativas de Turismo Rural y de Montaña en el Santuario de la Naturaleza de la “Serranía del Ciprés”, con la presencia de un alto endemismo de la especie arbórea de Ciprés de la Cordillera (Austrocedrus Chilensis) característico del bosque subantártico de gran antigüedad y la presencia de vestigios arqueológicos que datan desde el 11.000 a.C. (periodo Paleoindio); y del “Parque Andino Juncal” que concentra un complejo de humedales reconocido a nivel internacional (sitio RAMSAR) y de gran importancia ecosistémica para la macrocuenca del Aconcagua y sus afluentes, conectando diferentes pisos ecológicos. Algo así como un corazón que bombea sangre oxigenada al resto del cuerpo para mantenerlo vivo.
La conservación de estas áreas está en manos de instituciones públicas y de actores privados diversos como propietarios ambientalistas, empresarios ganaderos y comunidades de arrieros de larga ocupación en el territorio. La diversidad de actores también significa una diversidad de sistemas socioculturales de valoración del patrimonio natural de estas áreas y, por supuesto, una diversidad de nociones de sustentabilidad de las iniciativas económicas y su uso.
El desafío de poner en valor el patrimonio natural en términos sustentables pasa, entonces, por generar un diálogo entre los distintos lenguajes de valoración y nociones de sustentabilidad, como también por el reconocimiento de valores inconmensurables, imposibles de limitar a una valoración métrica o monetaria, asociados al Patrimonio Natural del Aconcagua que, muchas veces, resultan marginales en la institucionalidad ambiental, comunidad científica y expertos patrimoniales. Este diálogo de lenguajes de valoración permitiría una discusión sobre los indicadores de sustentabilidad, de los límites de crecimiento en la coevolución de los sub sistemas ecológico, económicos y sociales y, por sobre todo, permitiría una evaluación multicriterial para la toma de decisiones sobre la patrimonialización de éstas áreas protegidas altoandinas para el desarrollo de sustentabilidad fuerte de Aconcagua.
El desafío de la activación patrimonial sustentable, entonces, debe considerar esta problemática y poner en valor aquellos lenguajes de valoración inconmensurables -reflejados en saberes, prácticas, conocimientos y ontologías de la naturaleza- de aquellas comunidades altoandinas de arrieros y pequeños campesinos de rica cultura ecológica, pero de baja influencia en la discusión en relación al resto de actores, a modo de equilibrar la balanza en la evaluación multicriterial y en la toma de decisiones respecto a la conservación, el desarrollo y activación del Patrimonio Natural de este territorio, que también es suyo, de sus antepasados y de sus generaciones futuras.
Referencias
Daniel Pavlovic (2007). “Ocupación humana prehispánica en las montañas de Aconcagua y Chile central”, en “Estudio de la vida en las montañas de Aconcagua”, Razeto et al, CIEM Aconcagua.
Joan Martínez Alier y Jordi Roca (2013). “Economía Ecológica y Política Ambiental”. Tercera versión.
Jorge Razeto, et al (2008). “Santuario de la naturaleza: Serranía del Ciprés”. Ediciones Almendral. San Felipe.
Prats (2006). “La mercantilización del patrimonio: entre la economía turística y las representaciones identitarias” en Boletín del Instituto Andaluz del patrimonio histórico, nº58, pp. 72-80
Aconcagua Travel sobre parques y reservas naturales de Aconcagua. http://aconcaguatravel.cl/inspiracion-natural/parques-y-reservas-naturales/. Visitada el 13 de Febrero, 2017