Dice el presidente de Turismo Aconcagua, Guillermo Zenteno.
A más de un año del inicio en Santiago y en otras capitales regionales de las protestas generalizadas que expresaban un malestar social transversal de gran parte de nuestros compatriotas y a lo cual se sumó a las pocas semanas la pandemia mundial del Covid 19; ambos hechos tuvieron consecuencias catastróficas para todos quienes pertenecen a la industria turística del Valle de Aconcagua.
En poco tiempo cerraron cerca del 80% de los emprendimientos turísticos en las 10 comunas aconcagüinas. El 20% restante se logró sostener económicamente activando un porcentaje de sus actividades con ingresos que apenas les permitieron mantener esos emprendimientos. Las expresiones anteriores corresponden a una evaluación general que el Presidente de la Mesa-Federación de Turismo del Valle de Aconcagua y también Presidente de la Asociación Gremial Turismo Aconcagua de nuestra ciudad, Guillermo Zenteno, hace a la cruda realidad hoy algo mejorada que aún está viviendo el turismo en todo el Valle de Aconcagua.
“El cambio de escenario a partir del mes de noviembre del año pasado fue brutal. Nuestras provincias aconcagüinas-dice el presidente Zenteno- tan receptivas de turistas especialmente de la Zona Metropolitana y el Litoral, enfrentaron una sequía total de visitantes. Las medidas tomadas por la autoridad sanitaria, sin duda necesarias para salvaguardar la salud de la población que se establecieron como la herramienta para combatir el Covid 19 trastocó toda la actividad”.
ACONCAGUA DEBE IR AL PASO 4
El presidente de Turismo Aconcagua A.G. detalla que la hotelería, los restaurantes, las termas, las viñas, la artesanía, las actividades al aire libre, el santuario, el casino de juegos, los innumerables emprendimientos vinculados a nuestra tradición culinaria y artesanal casera tuvieron que replegarse a la total paralización de sus actividades con las consecuencias económicas para muchos de ellos de cero ingresos. “Sin desconocer-agrega- que la primera prioridad frente a esta catástrofe fue cuidar la vida humana por medio de la ejecución de un estricto protocolo sanitario, su consecuencia golpeó con fuerza a toda la economía local”. Variados apoyos del Gobierno como el uso del fondo de cesantía, el 10% de la cuenta de jubilación, el bono del Estado, entre otros, fueron sin duda un aporte importante para que toda la población pudiese contener en parte las restricciones económicas producto de la pandemia.
La esperanza del presidente de Turismo Aconcagua es que Los Andes y San Felipe puedan pasar a la fase siguiente que les permitirá abrir más sus emprendimientos para atender a los visitantes, ampliando el servicio de los restaurantes, hoteles y servicios en general. “Las actuales exigencias sanitarias se han cumplido casi sin excepción por lo que se espera que debe haber como consecuencia lógica el paso a otra etapa con su correspondiente ampliación de los servicios”, agrega.
PLAN INTEGRAL DE DESARROLLO
El presidente reconoce también el acceso de varios emprendedores a las iniciativas de apoyo de las oficinas de fomento del Estado como FOSIS, Sercotec, Corfo, BancoEstado que han sido inyecciones inmediatas para la reactivación, pero aún no suficientes. “Echamos de menos un mayor protagonismo de los gobernadores y alcaldes para convocar al sector y estructurar en conjunto con los privados un plan de reactivación que involucre una acción común, que permita fortalecer las acciones de cada empresario turístico encadenando y gestionando con el Estado un amplio esfuerzo económico para ayudar al sector. Aún no lo hemos visto-dice-pero nunca es tarde para materializar un programa más contundente en apoyo económico para una industria como el turismo que se ubica como la tercera fuente de trabajo después de la agricultura y minería.
Zenteno reafirma que el turismo es una de las actividades relevantes en el Valle de Aconcagua y que merece una atención más profunda en las políticas de inversión pública. Dice que se ha estudiado su capacidad y caminos para afianzar su desarrollo, con trabajos millonarios que han quedado en varios informes sin su aplicación práctica.” Creo-agrega- que llegó el momento de establecer un programa biprovincial para un desarrollo turístico integral, competitivo y sustentable que actuando sobre nuestra realidad, refuerce su identidad involucrando a toda la población, que debe entender que el Valle ofrece atractivos requeridos por una gran mayoría de connacionales por su naturaleza, geografía, cordillera, aire puro, un cielo siempre prístino, junto a las ya señaladas gastronomía, termas, vino, nieve, hoteles de cordillera, casino, religiosidad entre otras actividades.”
