Por: Manuel Rivera Martínez, alcalde de Los Andes
Los alcaldes o primeras autoridades comunales, sabemos de cerca las necesidades e injusticias que afectan a nuestras vecinas y vecinos, tenemos el pulso de lo que viven y enfrentan a diario los habitantes de la comuna. Por ende, tenemos algo que decir en la elaboración de propuestas para enfrentar la crisis social que vive el país.
Deseo reiterar que comparto con la gran mayoría las legítimas demandas que han levantado nuestros vecinos, por los grandes problemas nacionales que a todos de alguna manera nos aquejan. Pero también debemos saber leer lo que se aparta derechamente de la sana convivencia institucional.
Por eso es necesario hacer ciertas precisiones. Aquellos que creemos en la democracia y que desde distintos ángulos o visiones trabajamos por reconquistarla, creemos sin lugar a dudas lo valiosa e intransable que es. En octubre de 2016, al igual que otros candidatos de los diversos conglomerados de la vida política de Los Andes, nos presentamos a una elección democrática para elegir autoridades, la que ganamos con el apoyo de un alto porcentaje de vecinos y vecinas. No aceptar esta decisión, es ser un antidemócrata.
Esa fue la voluntad de la mayoría de los andinos, y en estos tres años hemos llevado los destinos de la comuna, tanto para los que me eligieron, como para aquellos que no.
En estos días, algunos perfiles en el anonimato de las redes sociales, una vez más se han ocultado para criticar la supuesta ausencia en ciertos debates; no participar en las marchas, ni en las pacíficas y menos en las violentas, no significa que no esté actuando de cara al movimiento social.
Es más, mi declaración de principios, en materia política y aquellos que me conocen lo saben de sobra, es la siguiente: “mi preocupación y desvelos son y serán por los vecinos y vecinas de Los Andes”. Para ellos va todo mi esfuerzo y por ellos, ha significado estos días, preocuparme incansablemente que nuestros servicios funcionaran lo más normales posibles; para garantizar que nuestras calles lucieran limpias.
Por lo mismo, esto significó que hayamos presentado querellas judiciales en contra de los protagonistas de actos delictuales, quienes están claramente identificados, vecinos nuestros y otros foráneos, quienes han destruido mobiliario público, que tanto ha costado gestionar.
Desde que partieron las manifestaciones por demandas sociales, he enfocado mi labor en terreno en un contacto estrecho y cercano, con aquellos vecinos que más requieren de nuestra atención. Me reuní de inmediato con juntas de vecinos, haciendo casa a casa, cercano y escuchando.
Paralelamente, hemos puesto en marcha un proceso de mejorar y emparejar la cancha para vecinos de las Villas Nuevo Renacer y Del Real, a quienes la antigua administración olvidó y nunca atendió, dándoles una solución definitiva a su alcantarillado; hemos puesto en marcha el proceso de postulación para que 600 vecinos de Los Andes puedan tener su soñada casa propia, en el sector de La Gloria, terrenos en donde, nunca se hizo nada antes. Barrios nuevos, no segregados, acercando la salud y educación, incorporando los anhelados espacios públicos de primer nivel para TODOS.
Ya avanzamos con el plan para mejorar la infraestructura deportiva, al iniciar el proceso de construcción del Estadio Centenario, y la construcción del anhelado alcantarillado para vecinos de El Sauce, quienes esperaron por años este proyecto.
Los vecinos que me eligieron democráticamente, lo hicieron para buscar solucionar a sus problemas, en eso hemos estado y seguiremos estando. Iniciamos la semana pasada también un proceso de reflexión para rescatar la legítima crítica que se nos hace; entonces iniciamos un proceso de conversatorios democráticos con la sociedad civil. Partimos con los funcionarios municipales, un proceso de reflexión y análisis. Continuaremos durante la semana conversado con organizaciones, agrupaciones, vecinos y vecinas, para avanzar en este diálogo ciudadano que nos llevará a crear, entre todos, una sociedad más justa como la que queremos todos.
Nosotros a nivel comunal tenemos que revisar cómo aportar en este sentido: más allá de los cambios nacionales es preciso reorientar en lo que podamos nuestros presupuestos; más fondos para proyectos de organizaciones sociales y comunitarias; más para nuestros emprendedores; pero también mejorar y agilizar la atención de nuestros vecinos. El municipio es y será la primera cara que les atiende y acoge; debemos ser promotores de los cambios, pero siempre pensando en velar por cumplir las reglas democráticas que rigen nuestra sociedad.
LOS ANDES LO HACEMOS TODOS.