Lucho Muñoz (“ALAKRÀN”)
Un nuevo aniversario cumple nuestra querida patria chica Los Andes. Primer Puerto Terrestre, la principal entrada a Chile por el Corredor Bioceánico y otros nombres más que nos llenan de orgullo.
Todos sabemos que el tiempo no se detiene y va siempre para adelante, el progreso nos hace avanzar día a día y va cambiando la imagen, las costumbres y la cara de nuestra ciudad. El ayer pueblo provinciano y tranquilo, se ha convertido en una ciudad puerto cosmopolita, con grandes centros comerciales y edificios en altura, con muchos emigrantes que llegan buscando nuevos horizontes, con gran congestión vehicular en nuestras calles y lamentablemente con muchos vicios propios de las grandes ciudades.
Pero aún sabiendo esto, los que ya cumplimos los “ticinco”, echamos de menos esa tranquilidad provinciana, esa familiaridad de sus habitantes, ese comercio local en el que se conseguía un buen crédito y un buen precio, conversando directamente con el dueño y tantas cosas que ahora ya son solo recuerdos.
Nos gustaría tener una plaza de armas bien iluminada y no en penumbras como ahora, para disfrutar con toda la familia, esperamos que no se sigan perdiendo, cada vez mas, los escaños, tener calles limpias, sin hoyos, semáforos suficientes para hacer más expedito y menos peligroso el tránsito vehicular, tener un mayor grado de seguridad frente a esa delincuencia que crece en forma incontenible.
En cuanto a las celebraciones mismas, también añoramos la fiesta en nuestra plaza, para la esperada Semana Andina, con bailes cada noche, ricos anticuchos, empanaditas, chichita, pipeño y stand de artesanos de la zona. El dìa 31 de julio se esperaba con la ciudad embanderada y las vitrinas de los locales comerciales adornadas especialmente para la ocasión, bueno pero eso ya pasó verdad y ahora hay que vivir lo que hay y punto.
Saludo con mucho cariño a mi lindo Los Andes en su cumpleaños y por supuesto a todos esos andinos de corazón y también a nuestras autoridades, en las que confiamos todas nuestras esperanzas e ilusiones para que luchen cada día con mucho ahínco, para que nuestra ciudad sea más grande y amigable con sus habitantes.
Y eso sería todo, buena vida y hasta chao.