Colocación de ofrendas en el Cementerio y plaza de Centenario, y desfile en el Estadio Regional
Con actividades que se realizaron la mañana de ayer, las autoridades, instituciones, organizaciones, salas cunas, jardines infantiles y establecimientos educacionales de Los Andes rindieron el homenaje a Arturo Prat y los Héroes del Combate Naval de Iquique, al conmemorarse mañana sábado 21 el 137° aniversario de la gesta.
Estas fueron encabezadas por la gobernadora María Victoria Rodríguez y el alcalde Mauricio Navarro, asistiendo los concejales Eduardo Araya y Miguel Henríquez, el comandante del Regimiento Reforzado N° 3 Yungay, coronel Alejandro Kluck, y oficiales del Ejército; oficiales de instituciones policiales, representantes de instituciones del voluntariado, una delegación de la Armada y familiares del tripulante de la Esmeralda, Nicanor Navas.
Los actos se iniciaron pasadas las 9:00 horas en el Cementerio Parroquial, en donde hubo intervenciones sobre la fecha histórica y la participación de los andinos, para luego depositarse una ofrenda floral ante el mausoleo.
A continuación las autoridades y asistentes se trasladaron hasta la plaza de Centenario, en donde la gobernadora y las autoridades municipales, los oficiales del Ejército y de la Armada depositaron ofrendas florales ante el busto de Arturo Prat Chacón, comandante de La Esmeralda. Participaron también profesores y alumnos de la Escuela Humberto Casarino.
Desde las 11:00 horas todo se centró en el Estadio Regional en donde se llevó a efecto el acto cívico-militar, con la interpretación del Himno Nacional y el izamiento del Emblema Patrio, el esquinazo a cargo de folcloristas de Los Andes y se concluyó con el desfile en que participaron numerosas delegaciones.
La alocución sobre el hecho histórico ocurrido el año 1879 estuvo a cargo del subteniente de Reserva Naval, Luis Fuentes Espinoza, quien en parte de sus palabras destacó que aquel 21 de mayo fue grande en enseñanza, “ya que aprendimos tanto de Prat y sus valientes marinos de La Esmeralda al enfrentar el poderoso Huáscar, sin dar ni darse tregua hasta rendir sus vidas, como Condell y los suyos en La Covadonga al erigirse vencedores en Punta Gruesa. Ello nos hace meditar en lo importante y decisivas que fueron esas acciones para la continuidad de las operaciones que recién se iniciaban (…) Hoy como ayer, la epopeya de Iquique está latente en el corazón de todos los chilenos, que la recuerdan como un ejemplo permanente, llena de nobles virtudes que pueden engrandecer al hombre, como el coraje y al amor a la Patria”.
