Los Bomberos, patrimonio vivo de la ciudad

Los Bomberos, patrimonio vivo de la ciudad

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Octavio Arellano Z

Octavio Arellano Zelaya, concejal y ex alcalde de Los Andes

“El Cuartel del Cuerpo de Bomberos debe ser declarado Monumento Nacional”

“Conservar el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad constituye un deber compartido del Estado, los ciudadanos y las instituciones, para que sus ciudadanos tomen conciencia de su destino común, en que solo hay verdadero desarrollo cuando la comunidad se reconoce a si misma. En este sentido, adquiere especial relevancia que el nuevo Plan Regulador de Los Andes, actualmente en estudio, reconozca Patrimonio de la Ciudad y lo ponga en valor, incluyendo entre los edificios de conservación histórica el Cuartel del Cuerpo de bomberos de Los Andes, cuya construcción data de los años cuarenta. Sin embargo, hay que destacar en este caso, que su valor abarca no sólo es el edificio sino que también a quienes forman parte de lo que se denomina el patrimonio vivo, que son las personas que la integran y que mantiene viva su tradición institucional. De esta forma el edificio del Cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, se sumaría a otros bienes patrimoniales de la ciudad como la Plaza de Armas, el edificio de la Gobernación, el Antiguo Monasterio de las Carmelitas y esperamos que también lo sea la casa de Gabriela Mistral.

SU FUNDACION: UNA DEMANDA CIUADADANA.

La fundación del Cuerpo de Bomberos de Los Andes se remonta al 13 de agosto de 1885, cuando un grupo de distinguidos andinos solicitaron una reunión al gobernador de la época don Darío Risopatrón Cañas, para propiciar la formación de una compañía de bomberos, iniciativa que se concretó al año siguiente, declarándose como fecha oficial de su fundación el 18 de septiembre de 1886, bajo el nombre de “Bomba Andes”. Desde su génesis, los bomberos chilenos representan la simbiosis de un estilo de vida altruista, democrático, profesional y solidario, cultura que se transmite de generación y generación. Por ello se sostiene que los bomberos voluntarios también son parte Patrimonio Vivo de Chile.

EL CUARTEL BOMBERIL, UN EJEMPLO DE MODERNIDAD EN LOS AÑOS 40.

Mediante decreto del Presidente de la República don Juan Antonio Ríos, el año 1943 se otorgó a la institución la propiedad definitiva del terreno, tras lo cual comenzaron las labores de reunir fondos para construir el nuevo cuartel, en los terrenos que el Estado había entregado el año 1906 por un plazo de 25 años, bajo el Gobierno de Germán Riesco. Este se emplaza en calle Esmeralda, cuartel que fue inaugurado a fines de 1946. Para la época, el edificio era toda una novedad arquitectónica por sus modernas líneas, fuertemente influenciado por los estilos deco y racionalismo predominante en la época, con una torre que destacaba por sobre las emergentes viviendas del centro, desde donde inicialmente, una campana y posteriormente una sirena, anunciaban alguna emergencia y citaban a los bomberos a concurrir al cuartel para atender alguna emergencia.

BOMBEROS Y TRADICION.

Hasta hoy, los Bomberos conservan hasta hoy la función de anunciar con su sirena -también conocida en jerga bomberil como “la paila”- la llegada del mediodía y la celebración del Año Nuevo, servicio que ya ha desaparecido en alguna ciudades.

La inauguración del cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes en diciembre del año 1946 marcó todo un hito arquitectónico para la ciudad de Los Andes, el cual alberga desde su construcción a dos compañías: La “Bomba Andes”, fundadora de la institución, y la “Pompa Roma”, vinculada a la numerosa colonia Italiana residente en la ciudad.

Un poco antes, en la ciudad de Valparaíso el 30 de junio de 1851, había nacido el Cuerpo de Bomberos, dotado de cuatro compañías, gracias al activo apoyo de las comunidades de inmigrantes ingleses, americanos, alemanes e italianos, cuyo bautizo de fuego fue el incendio del vapor Perú, que quedó varado en la costa el 8 de julio de 1851.

Al igual que los bomberos porteños, el Cuerpo de Bomberos de Los Andes no ha estado ajeno al martirio en el cumplimiento del deber, institución que honra en su historia a cuatro mártires de sus filas: Guillermo Alfredo Muñoz Rojas, Gregorio Luciano Díaz Flores, Andrés Antonio Améstica Herrera y Carlos Alberto Rombado López.

DECLARACION DEL CUARTEL COMO MONUMENTO HISTORICO

Además de la zona típica, creemos que es necesario avanzar junto a las autoridades bomberiles, en conseguir a través del Consejo de Monumentos Nacionales la declaración del edificio del Cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes como Monumento Histórico Nacional acogido a la ley 17.288 de 1970. Dicha disposición establece que “son monumentos nacionales y quedan bajo la tuición del Estado, los lugares, ruinas construcciones u objetos de carácter histórico o artístico (…) y cuya conservación interesa a la historia, el arte y a la ciencia”. Aún más, su protección también debería quedar incorporada al nuevo Plan Regulador Comunal como edificio de conservación histórica.

Con ello se protege y se preserva para el disfrute de las futuras generaciones de una de las obras arquitectónicas más emblemáticas de la ciudad de Los Andes, que alberga a una institución altamente valorada por la ciudadanía, profundamente enraizada en la historia nacional y en el desarrollo de nuestra ciudad.

Su declaratoria como Monumento Histórico permitiría gestionar recursos del Ministerio de la Vivienda y de la Cultura, no sólo para su restauración y puesta en valor, sino que aprovechar su excelente ubicación e infraestructura como un centro que apoye además actividades como el emprendimiento y el desarrollo local, la educación, la cultura, las expresiones artísticas, las nuevas tecnologías, la prevención de riesgos y la formación para el trabajo, entre otros, los que permiten gestionar recursos para su conservación mediante proyectos regionales. Los bomberos andinos saben muy bien que en ello contaran como siempre, con el apoyo técnico y profesional del municipio y de quienes somos sus autoridades, quienes son gestos concretos han demostrado una alta valoración de la institución bomberil y de su vocación de servicio voluntario y altamente calificado”.

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