LOS DOS HERMANOS

LOS DOS HERMANOS

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Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo

Texto bíblico:
“Si alguno dice que está en la luz pero odia a su hermano,
todavía está en la oscuridad.
El que ama a su hermano vive en la luz,
y no hay nada que lo haga caer”.
(1Jn. 2,9-10)

Dos hermanos, el uno soltero y el otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo producía abundante grano, que los dos hermanos se repartían a partes iguales.

Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en que el hermano casado empezó a despertarse sobresaltado todas las noches pensando: No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo tengo mujer y cinco hijos, de modo que en mi ancianidad tendré cuanto necesito. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea viejo?. Necesita ahorrar para el futuro mucho más de lo que actualmente ahorra, porque su necesidad es, evidentemente mayor que la mía. Entonces se levantaba de la cama, acudía sigilosamente donde su hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.

También el hermano soltero comenzó a despertarse por las noches y a decirse a sí mismo: Esta es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se lleva la mitad de la cosecha. Pero yo no tengo que mantener a nadie más que a mi mismo. ¿Es justo, acaso, que mi pobre hermano, cuya necesidad es mayor que la mía, reciba lo mismo que yo?.

Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero de su hermano. Un día, se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron uno con otro, cada cual con un saco de grano a la espalda.

Muchos años más tarde, cuando ya habían muerto los dos, el hecho se divulgó. Y cuando los ciudadanos decidieron erigir un templo, escogieron para ello el lugar en el que ambos se habían encontrado, porque no creían que hubiera en toda la ciudad un lugar más santo que aquél.

Reflexión: Pensar en el otro antes que en uno mismo a veces resulta difícil. En un mundo tan individualista, entonar un canto a la solidaridad parece cosa de ingenuos. ¿Qué opinas al respecto?

ORACIÓN

“No podemos cerrar los ojos”

Señor, ¿cómo puedo vivir cuando mis hermanos mueren de hambre?

¿Cómo te puedo llamar Padre, si mis hermanos se mueren de hambre?

Me lo pregunto y apenas sé como responder…

Porque hoy no puedo aducir ignorancia…

Los hambrientos están a la vista…

No estamos acostumbrados a su presencia lejana, y a la vez cercana.

Nos estamos acostumbrando a vivir tan bien,

cuando la mayoría vive tan mal.

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