Por: Doden
La mayoría de nuestros hijos son fruto del amor, un amor que une a una mujer con un hombre, por lo cual ese ser llevará en su carga genética, todos los genes de sus padres y antepasados, buenos o malos, pero es una herencia que da las características tan especiales y propio de cada uno.
Todos los padres desean esa continuidad, es la ley de la vida, todos sabemos que el viaje por este mundo es limitado, por lo cual deseamos que nuestra esencia continúe y pueda ir disfrutando de un futuro que no veremos, por lo cual también nos preocupamos que nuestros hijos vayan creciendo y forjando una mochila que les permitirá tomar su propio camino sin sobresaltos.
Dentro de esa mochila llevarán todas nuestras enseñanzas, que nos dan nuestras vivencias, lo que debe permitirles sortear todas las piedras que van a encontrar en su propio camino. Debemos modelar su actitud, su carácter, su fortaleza que le permitirá tener su propia posición frente al devenir que encontrará a lo largo de su vida.
Tarea que actualmente se ha puesto más dura, por la gran cantidad de informaciones positivas y negativas que reciben día a día, más aún cuando se dejan llevar por lideres negativos de todo tipo (político, religioso, delictual)
Tenemos como padres la responsabilidad de apoyarlos, más aun cuando vemos sus debilidades y caídas, pero debemos ser severos, lo peor es ser complaciente porque ellos se dan cuenta de nuestras debilidades y nos manejarán y abusarán y harán de nuestras vidas un infierno.
Siempre lo vamos a tratar con amor y mucho cariño, excepto que ellos nos falten el respeto y crean que saben más que nosotros. Hay que tratar de conversar con ellos, escucharlos y tratar con argumentos válidos y rebatir los suyos. Por ejemplo, el respeto en el hogar debe ser total, ellos son dependientes hasta los 18 años, es decir nuestra responsabilidad total sobre ellos es hasta esta edad. Por lo cual deben aceptar las normas de los padres mientras vivan con ellos bajo el mismo techo. Hay que recordarles que son menores y la responsabilidad frente a la ley somos los padres.
Siempre debemos preocuparnos de su salud, alimentación, educación y vestirlos solamente mientras cumpla con sus responsabilidades como hijo/a. Si no es así, debemos hacerles saber que si no nos respetan que se terminan nuestras regalías. Por ejemplo, si no desea estudiar y se dedica a salir con amigos/as y llega a horarios inapropiados. Como son menores de edad son responsabilidad nuestra, pero hay que advertirles que no los trajimos al mundo, para que ellos sean unos vagos y desperdicien sus vidas, por lo cual solo tendrán comidas si llegan a la hora adecuada, que no pidan ropas de moda y menos dinero para salir con sus amigos/as. Debemos mantener una dureza aunque nuestros corazones reclamen. Después ellos nos agradecerán, cuando sean adultos y les toque a ellos vivir la etapa que hoy nos tocó a nosotros.