Por: Marcelo Figueroa Vásquez, presidente de Asemuch Los Andes
El municipio es un organismo crucial en cada uno de los temas que interesan a la gente y, posiblemente, la vinculación más directa del Estado Central con cada una de las 345 comunas de Chile.
Existe un número relevante de actores a los que sí les importan las reformas al sistema municipal, las cuales siempre van a tocar intereses de alcaldes, concejales, funcionarios y parlamentarios.
Siempre una reforma va a encontrar resistencias. Ha sido complejo tratar de crear nuevas normas que reformen el sistema, ya que en este tortuoso camino los alcaldes quieren algo distinto a los concejales y ellos también difieren de lo que anhelan los funcionarios o parlamentarios. Por su parte, el Ministerio de Hacienda quiere otra.
Adicionalmente hay tres elementos que hacen de la reforma municipal un tema extremadamente complejo:
a) Origen histórico de Chile. Al remontarnos a la época de la Independencia existía una fuerte lucha entre Concepción y Santiago por gobernar el país, ganando Santiago. Si hubiera ganado Concepción estaríamos discutiendo de una manera distinta el enfoque de lo que es la descentralización.
b) Desigualdad territorial grande. En Chile existen 346 comunas y 345 municipios –la Antártica es considerada comuna- y entre si son todos radicalmente distintos. Hay algunos con un presupuesto sobre $125.000 millones de pesos al año, como Las Condes o Santiago, mientras otros cuentan con apenas un presupuesto de $1.000 millones de pesos, es el caso de Coyahue.
Tenemos comunas con 800.000 habitantes como Puente Alto o Maipú y otras con 400 o 500 habitantes. Ingenuamente nuestra legislación le pide al alcalde de Timaukel, provincia de Tierra de Fuego, que haga lo mismo que el alcalde de Las Condes.
Santiago tiene 3 mil funcionarios, Concepción 2 mil 300 y Timaukel cerca de 25, sin embargo a ellos se les somete a las mismas normas. Por eso, hemos propuesto tipologías municipales que permitan determinar las características propias de cada comuna.
Hay 80 comunas en Chile que representan el 80 % de la población, del PIB y hay 250 comunas que representan el 20 % de la población, el 80 % del territorio nacional y el 20 % del ingreso per cápita. Es decir, comunas ricas y comunas pobres.
c) Falta de servicio. Por nuestra característica geográfica tenemos zonas extremadamente aisladas, donde para un ciudadano llegar a un hospital es complicado, ejemplos son los 400 kilómetros que separan a algunas localidades del hospital de Mullaue, o los 200 kilómetros que separan a otras de Alto del Carmen
Hemos creado un sistema que gobierna comunas. No tenemos un adecuado gobierno de las ciudades y no hemos sabido resolver el problema de núcleos urbanos como Valparaíso-Viña del Mar, La Serena-Coquimbo, Puerto Montt-Puerto Varas, Talca-Maule, Iquique-Alto Hospicio o el propio Santiago
Las necesidades de las ciudades no son las mismas que las de las comunas, lo que cada una le pide a su municipio es distinto; a uno le interesa el desarrollo inmobiliario, a otro una mejor y más eficiente recolección de basura o mejores servicios y asistencia social, o mejor servicio de salud o de sistema educativo
La prensa, la opinión política y pública miran sólo a ciertas comunas. Por ejemplo, si en Las Condes hay un “taco” de 4 horas, va a salir en todos los canales de televisión y en todos los diarios; si es en Curicó quizás la noticia aparezca en la prensa regional, pero nunca llegará a Santiago. ¿Ciudadanos de primera y segunda categoría?.
Cuando hay una iniciativa innovadora de una municipalidad como Las Condes, Antofagasta o Puente Alto sale en la prensa nacional, pero cuando es de Molina no. Las élites, las grandes empresas funcionan en Santiago
Tenemos una única normativa y forma de enfocar el tema municipal, aunque los requerimientos sean distintos.
Finalmente, nuestra política económica es centralista, Chile Compra, el Tribunal de Compras Públicas está en Santiago. El Ministerio de Hacienda pretende, por nuestra conceptualización que el gasto público se administre desde Santiago; en otros países sobre Hacienda priman las unidades y Ministerios de Planificación y son mucho más descentralizadores.
La discusión sobre una reforma de las municipalidades está llena de matices, opiniones distintas de lo que cada uno pretende.
Claramente, mientras no seamos capaces de construir un gran acuerdo, una gran visión de lo que esperamos que nuestros municipios hagan, difícilmente podremos ponernos de acuerdo, para mala fortuna nuestra y de la comunidad a la que servimos.