En los albores del año 1914 una acaudalada dama andina, doña Dolores de la Fuente, dispone entregar el legado de un enorme predio de 40.000 m2 a la Congregación Religiosa que cumpliese ciertos requisitos:
– Construyese un Altar para la Virgen de Lourdes que donaría junto a mobiliario de su oratorio familiar,
– Se radicará en este sector, al Sureste de la ciudad,
– Y conjuntamente con todo lo anterior, “la obligación de celebrar dos misas mensuales por el alma de la donante y la de su difunto esposo”.
¿Qué le parece? No es tanta la exigencia para tan enorme recompensa, pero se necesitan agallas y emprendimiento para aceptarla.
La Sra. Dolores de la Fuente estaba llana a firmar en una Notaría de Santiago la mencionada donación según las condiciones estipuladas.
Se les ofreció a los Redentoristas, a los Padres del Corazón de María y a los Jesuítas.
¿Saben ustedes que ninguna de estas congregaciones quiso asumir este desafio?
Solamente una congregación que estaba llegando a Chile en esos años y que no era ninguna de las indicadas dijo : ¡SI, ESTAMOS DISPUESTOS! LOS PASIONISTAS RESPONDIERON A LA VOLUNTAD DE CRISTO CRUCIFICADO PARA QUEDARSE EN LOS ANDES.
En octubre de 1915, en una notaría santiaguina, se firmaba la “Escritura Pública” siendo representante legal el Padre Bernardo de San Pedro, primer Superior de esta naciente Comunidad. Pronto se comenzó a realizar arreglos para que las casas de adobes de la chacra del predio en cuestión fuesen habitables. Por supuesto, se le dio prioridad a la construcción de un Oratorio Público en una de ellas. Tras arduo trabajo, se vieron los frutos del esfuerzo y se “posesionaron de estas moradas unos pocos religiosos pasionistas”. Según lo indica la historia de Los Pasionistas en Los Andes, se abrió una capilla pública dedicada a Nuestra Señora de Lourdes el 06 de Enero de 1916.
Esta incipiente historia comienza a ser una realidad y ¿dónde ocurre? Es probable que aconteciese en el sector donde hoy se yerguen las dependencias de oficinas y salones parroquiales (Avda. Chacabuco). Sin embargo, oficialmente tomaban posesión Los Pasionistas en la ciudad de Los Andes, el año 1918, conformando la Comunidad que con el tiempo, construida la Iglesia, se denominó Parroquia Santo Cristo de la Salud.
Pronto el trabajo misionero fue extendiéndose hacia una población esencialmente dedicada a la agricultura, en los sectores aledaños al naciente asentamiento pasionista.
Fue parte del paisaje rural pobre y esforzado, ver pasar las “sotanas negras y sandalias polvorientas” recorriendo cada casa humilde en su labor evangelizadora.
Algunos adelantos se fueron conformando. La presencia Pasionista era cada vez más visible, más cercana, amable y servicial.
Dice este texto de la Historia de Los Pasionistas en Los Andes que “en 1923 bajo el rectorado del P. Francisco del Corazón de Jesús, se confeccionó una artística Gruta de la Virgen de Lourdes en los faldeos del Cerro Santa Rosa propiedad de la Congregación. La Gruta fue bendecida e inaugurada con solemnidad en diciembre de 1924”
¿Quieren conocer una increíble y apasionada historia?
La Gran Peste apareció en Los Andes. La “Viruela” asolaba regiones enteras de nuestro país. El temor de los vecinos se escondía tras los cerrados ventanales y puertas atrancadas. Corría el año 1922.
El que enfermaba era seguro candidato a la fosa común. Se le aislaba y trasladaba al “Lazareto de la Ciudad”. Allí se les atendía.
Pero ¿quiénes se atrevían a tamaña insensatez? Sólo unas pocas monjas y algunos sacerdotes. Los Pasionistas respondieron fielmente al llamado de sufrientes.
Es así como empieza a gestarse una asombrosa y fidedigna HISTORIA. El curita Pasionista Padre Ignacio de San Juan Evangelista se entregó por completo a tan noble misión, tan inmensa dedicación trajo sus consecuencias, contrajo la terrible enfermedad. Decidió entonces acompañarse con los infecciosos a quienes suministraba remedios para el cuerpo y el espíritu. Fue uno más de ellos, cuidándose unos a otros en el Lazareto.
Este altruista acto de Amor y Sacrificio fue compensado por el “ SANTO CRISTO DE LA SALUD”, salvando su vida, pero quedando con “los estigmas gloriosos de la caridad heroica” (1)
(1) “Síntesis Histórica”. Los Pasionistas en Los Andes. (Pags. 1.2)
El afianzarse definitivamente los Pasionistas en Los Andes no fue para nada fácil. A las dificultades propias del sector agreste y las poquísimas “casas” dignas para un trabajo religioso esmerado junto a las condiciones poco adecuadas para la población asistida sacramentalmente, llevo incluso a las autoridades de Roma a discutir si era conveniente persistir e invertir en una “casa e Iglesias dignas”. Ellos “contaban con informes adversos a esta fundación, carente, se pensaba, de la “soledad y otras características exigidas por las reglas del Instituto…”
Felizmente la persistencia del Párroco P. Dositeo de San Francisco y del General Silvio de San Bernardo, sugiriendo incluso agrandar aún más la posesión… y con la ayuda de la Santa Madre Virgen de la Esperanza que sería Patrona de la nueva Iglesia que se construiría, este trabajo y asentamiento seguía adelante con grandes sacrificios y el cariño manifiesto de los fieles andinos.
Tanta perseverancia – de duras cabezas hispanas – debía dar frutos: se “acordó en España, Peñafiel, que el Nuevo Provincial visite aquella casa y envíe después su parecer a una con el de sus Consultores de la Casa General.
Como se puede apreciar, desde siempre ha estado presente la ilustrísima burocracia…
Sigue la apasionante trama de esta novela: “Así lo hizo el Provincial, P. Emeterio del nombre de María, quien, al regreso de su visita Canónica a las casas de Chile, en 1927, reunida su Consejo en Santander, se acordó, por mayoría de votos, informar favorablemente a la Curia General sobre la fundación de Los Andes.
No se crea que todo quedó tan rápida y fácilmente resuelto, no señores, siguen más capítulos enrevesados.
Pero por fin, “ la Curia General respaldó la decisión del Consejo Provincial aprobado al propio tiempo los planos de la Iglesia y Casa previamente confeccionados por el arquitecto Dn. José Forteza.
Lo que señalábamos anteriormente de nuestra PATRONA, se reviste con trazos felices y alegres para la naciente Comunidad y Laicos seguidores pasionistas. “La bendición y colocación de la primera piedra, bajo la advocación de Nuestra Señora Madre de la Esperanza, tuvo lugar el 1º de enero de 1928, actuando el Obispo de esta Diócesis.
A lo indicado debemos destacar que esta construcción de la Iglesia Pasionista en Los Andes cuya protección y advocación de Nuestra Señora Madre de la Santa Esperanza, es la primera designación en Chile de esta naturaleza.
Historias singulares que relatan vecinos andinos relacionados directamente con este relato de los Pasionistas en nuestra ciudad, contaremos a continuación:
Dos integrantes del Club de Adulto Mayor “Santa María de la Esperanza” que funciona al cobijo de esta Parroquia Pasionista, Don Humberto Mucientes y Antonio Peñafiel, descubrieron que sus progenitores Humberto y Florencio, tuvieron participación en la recepción, registros y trámites aduaneros pertinentes, en la década del 50, en la Aduana Andina. Recibieron las cajas debidamente embaladas y protegidas llegadas por barco a Valparaíso para la Parroquia Pasionista en Los Andes. Al desembalar y abrirlas, quedáronse “maravillados y asombrados” todos cuantos asistieron a este acto por la belleza y perfección de esta verdadera “obra artística de los Talleres de Barcelona”, esculpida en maderas nobles. Allí estaba en su verdadero esplendor Nuestra Señora de la Santa Esperanza que hoy adorna, vigila y protege desde la parte superior del altar a todos cuantos la vienen a visitar periódicamente.
Según consta en esta edición de la fundación Pasionista en Los Andes: “Monseñor del Canto bendijo también la original estatua policromada de la Virgen Madre de la Santa Esperanza, titular de la capilla e Iglesia en construcción. Esta imagen tallada en los talleres barceloneses de Reixach, es seguramente, la primera, bajo tal adovación, en el país. Días después se iniciaba la novena solemne de preparación a la fiesta titular, fijada en el calendario Pasionista el 09 de Julio.
La otra historia anecdótica nos la relata también la socia del mismo Club de Adulto Mayor, la Sra. Hilda Barrera, a quien cariñosamente la llamamos “Panchita” quien ha vivido siempre cercana a esta parroquia. Tanto es así que cuando se remonta a sus recuerdos de niñez y adolescencia, revive nítidamente la emocionante Catequesis de Primera Comunión en esta Parroquia cuando aún no había comenzado su construcción. Todo el entorno era de árboles y plantas, de tierra para la agricultura, donde los curitas pasionistas misionaban con admirable tesón.
Al cumplirse este año los 100 años de la presencia PASIONISTA EN LOS ANDES, el párroco P. Rolly Bardález, quiere volver a rescatar aquellas tradiciones primeras: el Culto a nuestra Madre de la Santa Esperanza cada 09 de Julio. Invita a una Eucaristía especial a las 19:00 hrs en la Parroquia.
Todo cuanto ha sucedido y está aconteciendo en las vidas de familias andinas con respecto a la relación que han mantenido por Bautismos, Primeras Comuniones propias, de hijos y nietos, Matrimonios y Despedidas a los seres queridos y cercanos en esta Parroquia del Santo Cristo de la Salud de los Pasionistas en Los Andes, es parte también del quehacer cotidiano y del ayer de nuestra ciudad. Por tanto, está profundamente enraizada en la historia de la Comuna de Los Andes.