Este 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad crónica y autoinmune que provoca que el sistema inmunitario ataque a los tejidos de su propio organismo, lo que podría poner en riesgo la vida de la persona. La reumatóloga de Clínica Vespucio, Dra. Marcela Godoy, profundiza sobre los riesgos de padecer esta patología y a qué señales hay que poner atención, con el fin de detectar a tiempo este mal y evitar complicaciones mayores.
A nivel global existe mucho desconocimiento sobre el Lupus; sin embargo, no son pocas las personas que lo padecen siendo generalmente las mujeres las más afectadas por esta patología. En la mayoría de los casos, se detecta en pacientes con edad promedio de entre 20 y 40 años, y la reumatóloga de Clínica Vespucio, explica que “es una enfermedad crónica y autoinmune (provocada por el sistema de defensa natural del cuerpo), en la que los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico para defenderse de las agresiones externas, pueden atacar a los tejidos sanos, células y órganos vitales”.
Según la doctora Marcela Godoy de Clínica Vespucio “la detección precoz y su diagnóstico son la clave para mejorar la sobrevida y la calidad de vida de la persona que padece la enfermedad”. En este contexto, también explica que hay muchos casos donde los pacientes demoran mucho tiempo en encontrar un diagnóstico certero debido a que este mal se suele confundir con otras patologías como la artritis reumatoidea, fibromialgia o incluso con la esclerosis múltiple.
La cifra de personas con esta enfermedad en nuestro país es cercana a los 20 mil pacientes con Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y cerca de 5 mil que padecen Lupus Eritematoso Discoide (LED), así lo reporta la agrupación Lupus Chile. De la misma manera, la entidad publica que anualmente se reportan cerca de 1.500 casos nuevos.
TIPOS DE LUPUS:
Lupus eritematoso sistémico (LES) es el tipo más grave y se puede pesentar con síntomas moderados o severos. Al ser denominado LES significa que la enfermedad puede afectar a varios órganos del cuerpo como el corazón, las articulaciones, riñones e incluso el cerebro.
Lupus eritematoso discoide (LED): afecta principalmente la piel y se suele identificar porque aparecen ronchas rojizas en la cara, cuello, tronco y la piel del cuero cabelludo.
SÍNTOMAS Y FACTORES QUE LO DESENCADENAN
Algunos de los principales señales de la enfermedad son dolor en las articulaciones y músculos, fatiga extrema, anemia y erupciones en la piel, entre otras. La especialista de Clínica Vespucio asegura que hay casos más complicados donde se ven comprometidos los órganos vitales y por ello se denomina como una enfermedad sistémica, “ya que puede provocar fallas en todo el organismo”.
En cuanto al desarrollo de la enfermedad, la profesional indica que intervienen factores hereditarios y ambientales (virales, la luz ultravioleta y el estrés, entre otros).
CÓMO TRATAR LA ENFERMEDAD
En la actualidad y gracias a los avances en los tratamientos, los pacientes con Lupus tienen una esperanza de vida muy similar a la de una persona sana. Los medicamentos para abordar esta patología son un aliciente importante para reducir el impacto en la calidad de vida; así lo advierte la reumatóloga Marcela Godoy, quien además afirma que “es posible llevar una vida normal, si se siguen responsablemente las recomendaciones del médico tratante”.
El tratamiento se determina de acuerdo a los síntomas y necesidades del paciente, pero es probable que el doctor recomiende antiinflamatorios no esteroideos (AINES) para reducir la inflamación y el dolor. Los casos más severos se abordan con corticoesteroides e inmunosupresores.
VIVIR CON LUPUS
Las personas que padecen esta enfermedad muchas veces ven afectada su vida emocional y cotidiana, ya que los malestares limitan el desarrollo de actividades cotidianas. Por este mismo motivo, la reumatóloga de Clínica Vespucio, considera fundamental la asesoría de un equipo multidisciplinario para que la persona logre un equilibrio en su vida.
En este contexto, “es importante que el paciente acuda a una terapia ocupacional, psicológica, nutricional y reumatológica”, puntualiza la especialista.