Rodrigo Solo
Un símbolo puede ser demoledor.
Supuestamente —los que tienen el poder en sus distintos niveles son más que uno— tienen calle, roce, estudios, conocimiento.
Un símbolo siempre dice algo, como lo hacen los colores. Hay estudios de los colores (y el rojo no fue el adecuado te diré), y todo eso forma parte de la comunicación estratégica.
Ejemplo, analogía:
-Anda a comprar el pan -dice ella.
-No -responde él.
Ese no es una barbaridad, involucra palabrotas de vuelta, quizás corte de agua por una semana, y otras penas del infierno. Aquél casado de más de 10 años lo entiende.
Humilde consejo, Seba, sé más dulce, siempre se puede “ser más mejol” diría en Barrabases el DT.
El logo se volvió una premonición contigo. Todo se devuelve.