Por: Manuel Inostroza Morales
«Hoy somos, mañana ya no somos» dijo un filósofo. Cito este pensamiento, porque 24 horas antes de su sensible fallecimiento, estuve dialogando con Manuel Vivar López en pleno centro de la ciudad.
Cuando supe accidentalmente de su muerte, quedé impactado, porque no cabe duda que habría estado en su velatorio y en su funeral.
Manuel Vivar estudió en la Escuela Parroquial y después se incorporó al Liceo Max Salas Marchán. Futbolísticamente se inició en el Club Unión Lautaro que creó el recordado Marcos Araya. Cuando cumplió 17 años pasó a Trasandino donde tuvo grandes amigos como Mario Pulgar, Víctor Maturana, Ángel Vásquez y los hermanos Sergio y Patricio Díaz. En los años 1973 y 1974 integró junto a su hermano Daniel la Selección de Franco Chilena. También defendió los colores de Católica, Torino y Bangú de Rinconada, Estrella Andina de Coquimbito, Hnos.Clark, este último en un Campeonato Nacional organizado por la CCU y, por último, el Club Cóndores de la Población Ferroviaria.
ESPÍRITU SOLIDARIO
Alejado de las lides deportivas afloró el espíritu solidario de Manuel Vivar, pues se dedicó a cuidar enfermos como aconteció con el conocido practicante José Armijo y posteriormente al señor Mario Humeres y a algunos de sus familiares.
Daniel Vivar me contó que había cuidado a su hermano Manuel durante cuatro meses después de la operación al corazón. A raíz de esta dolorosa instancia, quiere agradecer a la familia Ferreto y a don Víctor López.
Una persona como Manuel Vivar, ampliamente conocido en nuestra ciudad, debió haber recibido la distinción municipal de Andino Destacado o Ciudadano Distinguido, pero…